Pedroche dio la campanada con su semidestape

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

Cristina Pedroche, antes de dar las campanadas
Cristina Pedroche, antes de dar las campanadas

La Sexta traicionó su esencia con un semidestape de la presentadora que disparó la audiencia y eclipsó el cameo de Zapatero en la misma cadena dirigiendo un coro gay

02 ene 2015 . Actualizado a las 10:31 h.
La Sexta vendió su alma al share en Nochevieja. En un ejercicio de transformismo bipolar pocas veces visto en televisión pasó en apenas dos horas de ofrecer una ración extra de El Intermedio en el más puro y genuino estilo de la cadena, el que la ha hecho reconocible entre sus seguidores, a pasarse al lado oscuro con la retransmisión de las campanadas. La televisión que se había convertido en el adalid del progresismo y la modernidad traicionó su coherencia y recurrió sin pudor a la casta televisiva, la que encumbró a las Mama Chicho en los inicios de Telecinco, para erigir a Cristina Pedroche en la reina del semidestape televisivo. La presentadora, que había anunciado que se desnudaría si alcanzaba los dos millones de seguidores en twitter, no cumplió su palabra, pero casi. Se presentó en la gran noche del año con un vestido de tul repleto de transparencias en el que se apreciaba visiblemente su generosa figura. No es que fuera algo extraordinario, porque es un recurso que ya habían utilizado otras presentadoras en años precedentes, pero tanto Pedroche como su compañero, Frank Blanco, buscaron que este reclamo se convirtiera en el verdadero protagonista, más que lo que contaban. De hecho, hasta un minuto antes de las doce no explicaron como funcionaban las campanadas. Y lo consiguieron. «Tú crees que llevo rojo en algún lado»El momento cumbre llegó cuando Frank Blanco le sugirió «una pregunta que se está haciendo toda España», que no era otra que saber si, como marca la tradición en esta noche, sus bragas eran de color rojo. En un gesto poco inocente, Pedroche ofreció la respuesta de inmediato dejando visible a toda la audiencia su ropa interior. «Dímelo tu, tú crees que llevo rojo en algún lado», le dijo picarona. «Yo es que no quiero mirar», le contestó Blanco. «Pues no, no llevo rojo», zanjó Pedroche. Suficiente para que Internet se incendiara y al poco rato Pedroche y su vestido se convirtiesen en trending topic. Cuatro puntos más de audienciaLa vallecana fue la reina de la Nochevieja. Lo dijeron en directo los tuits y lo confirmaron más tarde las cifras de audiencia: la Sexta logró un 9,3 % de cuota (cuatro puntos más que el año pasado, según Vertele) y se impuso por la mínima a la otra cadena de Atresmedia, Antena 3. Pero a costa de renunciar a su estilo. Wyoming y Zapatero Lo más sorprendente es que la traición que la Sexta se hizo a sí misma eclipsó el que pudo haber sido el mejor momento televisivo de toda la Nochevieja: el del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dirigiendo el coro de hombres gais de Madrid. Fue un cameo que formaba parte de un más que aceptable especial de El Intermedio del Gran Wyoming, más original y con mayor variedad que el del pasado año, aunque se convierta en casi monotemático por sus continuos ataques al PP. «Qué sorpresa que sea el director, si nunca se le ha dado bien dirigir», le espetó de buenas a primeras el presentador. Y Zapatero le siguió el juego, incluso cuando el Gran Wyoming le recriminó que no le pidiera en matrimonio cuando aprobó las bodas entre homosexuales. «Aún estamos a tiempo», le contestó Zapatero. Eso sí fue pura esencia de La Sexta.