«Gran Hermano 16»: Maite, la primera expulsada del concurso y protagonista de grandes momentos

La audiencia de Gran Hermano 16 ha decidido que Maite sea la primera expulsada del concurso. La igualdad entre dos concursantes que mostraron los porcentajes ciegos en la gala del martes se mantuvo hasta última hora de este jueves, pero al final no hubo sorpresa. Tal y como esperaban los habitantes de la casa de Guadalix, Maite se convirtió en la primera concursante en ser expulsada en la nueva edición del reality de Telecinco.

La audiencia ha decidido que debe abandonar la Casa: Maite #Gala3GH16

? Gran Hermano (@ghoficial) septiembre 24, 2015

Sus cambios de carácter y la poca empatía con el resto de participantes la colocaron en el ojo del huracán el pasado martes con prácticamente un pleno de nominaciones por parte de sus compañeros (32 puntos en total). Y a la audiencia parece que tampoco le han terminado de convencer sus constantes polémicas, por eso y aunque por un margen muy ajustado de votos, Maite se ha convertido en la primera expulsada de Gran Hermano 16.

Lo que parece cierto es que Gran Hermano 16 ha dado en el clavo con su cásting. Los que sentenciaron de antemano a la decimosexta edición del reality, apelando al agotamiento de un formato que ha sido tachado repetidamente de cargante y casposo, se equivocaron. El experimento capitaneado por Mercedes Milá lo ha vuelto a hacer. Es, una vez más, líder de audiencia, capaz de mantener el interés del espectador gracias, únicamente, a un puñado de voluntarios, hechos concursantes y llenos de secretos, sin ningún pudor.

Son ellos los encargados de hacer atractivo el programa o convertirlo en un auténtico tostón. De identificar su «talento» como futuros generadores de polémicas, que es de lo que en realidad trata Gran Hermano, se encargaron durante meses los responsables de las pruebas de acceso, unos «genios» que en esta ocasión lo han bordado. En las filas de GH16 hay nombres que son auténtica carne de reality, concursantes con personalidades conflictivas, fuertes temperamentos, cambios de humor y tendencia a convertir su vida en un culebrón. Como ha sido el caso de Maite.

La de Pamplona es lo que se podría identificar como la concursante de Gran Hermano de libro. Descarada, ordinaria, malhablada, escandalosa y alborotadora. Presenta un perfil similar al de Aída Nizar, Noemí Ungría, Bea la legionaria, María José Galera e incluso Marta López, mujeres de armas tomar que brindaron al incondicional de Gran Hermano una, como mucho dos semanas de gloria y que, a la primera de cambio, fueron devueltas por donde vinieron a sus respectivas casas. Como la mayoría de ellas, Maite integró la primera lista de nominadas. Junto a ella, su hija Sofía y su gran rival en el concurso, Raquel. Con la expulsión de Maite de la casa de Guadalix, el reality ha perdido una gran promesa. 

Repasamos los momentos más gloriosos de Maite:

El público de Gran Hermano ha preferido que se quede Sofía, protagonista de un jugoso culebrón junto a Suso. Ambos llegaron a Guadalix con las hormonas disparadas y no tuvieron ningún reparo en empezar a regalarse mimos y arrumacos ya la primera noche, ya que tuvieron a los mismos maestros. Suso fue pretendiente en Mujeres, Hombres y Viceversa. Sofía es (o era) la novia de Josi, también «viceverso», expretendiente de Liz y Triana, que ahora anda llorando por todos los platós de Telecinco. Pero de su currículum amoroso hay mucho que exprimir. Mantiene también una amistad íntima con otro habitual del programa de los mediodías de Telecinco, Kiko MyHyV, «el nuevo mejor amigo de Gloria Camila Ortega Mohedano» y, a los dos días de entrar en el programa, Tony Spina, extronista del espacio presentado por Emma García y exparticipante de Supervivientes hizo pública una fotografía de la chica en ropa interior mandándole un beso, asegurando que le enviaba mensajes porque quería acostarse con él. 

El caso es que ahora Sofía se ha encaprichado con Suso, quien, según relata Gran Hermano a través de sus vídeos en el confesionario, ya se ha cansado de ella. Las peleas entre ambos han minado la paciencia del catalán que, en más de una ocasión, ha terminado confesando que a él, en realidad, quien le atrae es Raquel. Una ojeada a la casa en directo revela otra situación completamente diferente. Sofía, calentando el ambiente, y Suso, completamente rendido a sus encantos. Literalmente «lleno de amor». Por su parte Raquel ya se ha ganado el título de estratega. Sus detractores le han colgado todo tipo de adjetivos nada alentadores, apelando a su egocentrismo y a su hipocresía.

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