Alejandro Echevarría ha reconocido que «metieron la pata al no cortar la emisión» del programa y ha pedido disculpas porque «no imaginaba que esta situación iba a dar tanto de sí»
19 nov 2015 . Actualizado a las 19:15 h.El presidente de Mediaset España, Alejandro Echevarría, ha pedido este jueves disculpas y ha expresado su arrepentimiento por mantener el programa Sálvame el pasado viernes por la noche cuando ocurrieron los atentados en Francia.
Ante los graves atentados ocurridos esta noche en París pic.twitter.com/38ueYFmeGb
? ComunicaciónMediaset (@mediasetcom) noviembre 14, 2015
En un encuentro del Club de Directivos Andalucía, en la sede del Instituto Cajasol, Echevarría se ha referido a la polémica surgida por la decisión de mantener Sálvame cuando ocurrieron los atentados, ha informado el citado instituto de estudios en un comunicado. Ha reconocido que «metieron la pata al no cortar la emisión» del programa Sálvame y ha pedido disculpas porque «no imaginaba que esta situación iba a dar tanto de sí» .
Ante los más de 150 empresarios y directivos asistentes, Echevarría ha repasado la situación por la que atraviesan los medios de comunicación, que, en su opinión, están en constante cambio, y ha vaticinado una futura pérdida en la calidad de los contenidos informativos. En este contexto, ha añadido que la prensa está atravesando una situación complicada porque «la información está perdiendo valor como producto, ya que todo el contenido está accesible a internet a tan solo un clic».
El presidente de Mediaset también ha abordado las próximas elecciones generales del 20 de diciembre y ha vaticinado que «no habrá mayoría absoluta y se producirá un Gobierno de coalición». Preguntado por Cataluña, Echevarría ha mantenido que «Cataluña no puede ser independiente porque no está respaldada lo suficiente» y ha apostado por «una España con Cataluña y una Cataluña con España».
Sobre la aparición de los políticos en los medios, ha aclarado que los partidos tradicionales han cambiado y están volviendo a la calle para entrar en contacto con el pueblo, ya que «pretenden dar una buena imagen de sus actos y evitar a toda costa circunstancias que puedan poner en peligro su credibilidad con respecto a la sociedad».