Un repaso por la trayectoria en la pequeña pantalla del presentador jerezano. Es del Real Madrid, de derechas y confiesa que sus mejores programas son los que graba «con tres copitas»
02 dic 2015 . Actualizado a las 20:25 h.Bertín Osborne, a sus 60 años, el artista y presentador jerezano nacido en Madrid atraviesa su mejor momento profesional. Todo lo que convierte lo toca en oro. El pasado 16 de noviembre visitó El Hormiguero de Antena 3. El programa de Pablo Motos lleva afianzado diez años en antena. Por él han desfilado Justin Bieber, Tom Cruise, Nicole Kidman, Brad Pitt, Will Smith, el Pablo Alborán, Sergio Ramos guitarra en mano declarándole su amor a Pilar Rubio, Joaquín Sabina o Isabel Preysler. Sin embargo, el día en el que Trancas y Barrancas lograron la mejor audiencia de su historia fue cuando conocieron a Bertín Osborne.
Desde muy joven estuvo vinculado al mundo de la música. Saltó a la televisión debutando en la telenovela mexicana Amor de nadie, que le sirvió de trampolín para su fichaje por Telecinco en 1992.
«Contaco con tacto»
Contacto con tacto fue toda una revolución en una España que no estaba acostumbrada a hablar de estos temas en la pequeña pantalla con tanta ligereza. El programa le sentaba como anillo al dedo a un personaje con fama de conquistador. Bertín lo conducía totalmente relajado. Como pez en el agua. Las malas lenguas de la época desprendían que en muchas ocasiones el presentador consumía un par de copas en el bar de Telecino. «Los programas que grabo con tres copitas son los mejores», reconoció en una entrevista publicada hace unas semanas en un suplemento del diario madrileño a El Mundo.
«Scavengers»
Bertín Osborne se convirtió en el fichaje estrella de Antena 3. Debutó con una de las mayores rarezas de la historia de la televisión: Scavengers. Bertín conducía al mismo tiempo el programa y una nave espacial. Lo hacía con una vestimenta a medio camino entre Terminator y las Tortugas Ninja. Su copiloto era una rubia de escote generoso e intergaláctico.
«Lluvia de estrellas»
Sin embargo pronto acabó encontrando un espacio que tampoco le iba nada mal. En Lluvia de estrellas combinaba música y televisión. Fue un embrión de La Voz y Tu cara me suena. Había un jurado en el que nunca fallaba Lauren Postigo y los concursantes se caracterizaban como los artistas a los que trataban de imitar.
Imposible olvidarse de Bertín Osborne de esmoquin, inmaculado, apareciendo en pantalla por aquella puerta repleta de humo blanco, la misma por la que después desfilaban los concursantes. Luego probó suerte con la misma receta, pero en versión mini. Menudas estrellas fue más de lo mismo, pero con los niños como protagonistas.
«Esos locos bajitos»
A la audicencia le gustó como mezclaron Bertín Osborne y niños, y el presentador pasó a presentar Esos locos bajitos, en donde debatió con un grupo de pequeños descarados sobre actualidad, sobre la vida y sobre lo que hiciera falta.
«Trato Hecho»
Muchos telespectadores también lo recordarán por Trato Hecho. La mecánica del programa era muy sencilla, y durante un tiempo disfrutó de cierto éxito. Cada una de las personas del público acudía al plató con una auténtica chorrada con la intención de captar la atención del presentador e intercambiarlo por un buen pellizco. Los concursantes intercalaban duras negociaciones con aburridas y agotadas pruebas de destreza, tan habituales en este tipo de espacios de televisión.
«Grand Prix»
Durante un par de temporadas tomó el testigo de Ramón García en el Grand Prix, «el programa del abuelo y del niño», que decía la canción. Lo hizo junto a Natalia, la joven concursante rubia salida de la primera hornada de Operación Triunfo, formando el clásico binomio compuesto por un hombre talludito, aportando madurez, y una guapa veinteañera, aportando frescura. Muchos, sin embargo, no recordarán a Bertín rodeado de vaquillas, ya que solo fue emitido en algunas televisiones autonómicas. Básicamente, en aquellas asentadas en comunidades con cierta tradición taurina.
«Intereconomía»
Con el Grand Prix del Verano empezó la decadencia de Bertín Osborne. El presentador firmó con la televisión autonómica valenciana un contrato por el que pasaba a conducir el espacio Un beso y una flor, y luego saltó a Intereconomía, para presentar Noche de Bodas. A Bertín Osborne siempre se le ha relacionado con la derecha. Él mismo lo reconoció en una entrevista: «Soy de derechas, del Real Madrid y me gusta vivir bien como a los del PSOE». Su paso por Intereconomía parecía el hundimiento de este galán de la tele. Lo rescató Telecinco en el 2014, en donde le ofrecieron un pequeño espacio dentro del programa Un Tiempo nuevo. Parecía el canto del cisne.
«De la nada al todo»
Bertín Osborne logró levantar el vuelo. Y de qué manera. A muchos les sorprendió su fichaje en el 2015 por TVE para conducir En tu casa o en la mía, un espacio dedicado a las entrevistas con personajes de actualidad. Sin embargo, la audiencia, ha vuelto a poner a Bertín Osborne en lo más alto. Ha ejercido de anfitrión o de invitado de famosos como Mariló Montero, Pablo Alborán, Carmen Martínez Bordiú, Pablo Motos, Jesús Janeiro o Adolfo Suárez Illana. Los últimos en desfilar por el programa han sido Pedro Sánchez y Albert Rivera, líderes del PSOE y Ciudadanos, respectivamente, inmersos en plena carrera electoral.
Este miércoles visita su casa Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno y candidato del Partido Popular a la Moncloa para el próximo 20 de diciembre jugará una partida de futbolín y cocinará unos mejillones para Bertín Osborne. Tienen varias en común. El Real Madrid no atraviesa su mejor momento. La audiencia la tiene garantizada.
«Polifacético»
En sus tres décadas de carrera en telñevisión nunca ha dejado de lado el mundo de la música. Desde el año 1981, con su debut discográfico Amor Mediterráneo hasta el 2015, con la publicación de Crooner, ha sacado al mercado 25 discos en los que destacan el mundo de las rancheras. También se ha subido a cientos de escenarios de todo tipo de España y América. Y también ha hecho sus pinitos en los teatros. Una de sus últimas actuaciones fue con Arévalo, formando otro de esos binomios clásicos tan españoles heredados del Quijote.