Pedro Sánchez se olvida en «El Hormiguero» del mal debate de Atresmedia

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El líder de los socialistas mostró su lado más natural ante Pablo Motos, aprovechó para cargar contra Rajoy por su ausencia en el debate y desgranó algunas de las propuestas del programa del PSOE

09 dic 2015 . Actualizado a las 00:27 h.

A menos de medio mes para la celebración de las elecciones generales, los políticos continúan con su particular periplo por los platós de las televisiones. La noche de est martes y después del fútbol, le tocó el turno a Pedro Sánchez, que volvió a visitar El Hormiguero para conversar con Pablo Motos sobre las propuestas del PSOE de manera más distendida que en los formatos propios de la campaña electoral.

Pedro Sánchez aprovechó su paso por El Hormiguero para atacar a Rajoy por la ausencia del debate del día anterior, algo que el programa de Antena 3 desmintió a través de un cómico vídeo.

El secretario general del PSOE dejó caer, aunque en un tono de humor, que tiene dudas sobre si el presidente del Gobierno se presentará al debate que tienen concertado para el próximo lunes. El líder socialista se mostró mucho más relajado que en la cita del día anterior en Atresmedia, donde combatió dialécticamente con Soraya Sáenz de Santamaría, Albert Rivera y Pablo Iglesias, y donde protagonizó la peor actuación de los cuatro candidatos, según la mayoría de las encuestas.

Al igual que el resto de políticos, Pedro Sánchez trató de mostrar su lado más humano en El Hormiguero. Una forma de ser artificialmente natural con la que pretendió, al igual que sus rivales políticos ya hicieron en anteriores ocasiones, acercarse al común de los mortales y arañar algún que otro voto de una audiencia todavía muy indecisa aunque para ello tuviese que bailar como ya lo hizo Soraya, cantar como Pablo Iglesias o subirse a un míni bólido al estilo Albert Rivera.

Durante la entrevista con Pablo Motos, Pedro Sánchez fue desgranando algunas de las claves de su programa como la derogación de la reforma laboral, la lucha contra el fraude fiscal, la creación de una ley de igualdad salarial o el compromiso de abrir un debate sobre la legalización de la marihuana. Pero el formato del programa va más allá de la mera expresión de las propuestas y permitió Pedro Sánchez conocer lo que la gente opina de él e incluso recibir el consejo estilístico de Carmen Lomana.

Desde que fue elegido secretario general del PSOE, Pedro Sánchez se ha marcado el objetivo de convertirse en el estandarte del cambio, y para convencer al electorado de que puede lograrlo ha hecho casi de todo en la pequeña pantalla, desde descolgarse de un aerogenerador con Jesús Calleja a confesarle a Bertín Osborne su pasado como breaker. Durante la noche de este martes en El Hormiguero, Pedro Sánchez dispuso de una nueva oportunidad de empatizar con la audiencia, algo que intentó aunque de un modo un tanto forzado con la rueda de prensa a la que fue sometido por Trancas y Barrancas, en la que confesó que nunca se había olvidado del cumpleaños de su mujer.

La campaña pasa por los platós

La fórmula de El Hormiguero ha convencido a muchos políticos. A los anteriormente mencionados habría que añadir a Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes, Miguel Ángel Revilla, Miguel Arias Cañete y algunos más que han sabido sacarle partido al formato para poder colar su mensaje entre sonrisas, chistes y retos propuestos por el programa.

Las audiencias además, respaldan estas visitas. El programa de Pablo Motos logró con la visita de Pablo Iglesias la mejor cuota de su historia con 3.823.000 telespectadores y un 21,7 % de share. En su segunda visita, Albert Rivera consiguió que el programa de Antena 3 fuese la primera opción de la noche, con un 17,1 % de cuota de pantalla y 3.026.000 espectadores. En tercer lugar, en lo que a políticos se refiere está la visita de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que firmó un 16,5 % de share y 3,1 millones de televidentes.