
En «The last of us», la estrategia de supervivencia es tan importante como el combate
25 jun 2013 . Actualizado a las 12:10 h.Algún día, los videojuegos y el cine se encontrarán. Más allá de la retroalimentación comercial que unos y otros se prestan. Es posible que The last of us sea un paso serio en esa dirección en la que los personajes van ganando protagonismo, la historia es algo más que la acción y la finalidad del asunto es algo más que disparar el mayor número de veces posible o resolver un enigma sin contribución física.
Este juego de los creadores de Uncharted intenta combinarlo todo de manera que la experiencia de juego sea un poco más emotiva, con más complicidad y menos adrenalina. Pero tampoco renuncia a ninguna de las posibilidades.
Si los juegos fueran pedagógicos (y proféticos), parece claro que lo que habrá después de la crisis será un apocalipsis que dejará en ridículo a Nostradamus. El juego transcurre en los Estados Unidos. Una parte de la población ha sido infectada con virus que los mutan en algo parecido a zombis. Las zonas a salvo están controladas por un ejército con pocos amigos y en el medio hay grupos que sobreviven del contrabando o del saqueo.
El objetivo del juego es la supervivencia, pero esta no es la novedad. La novedad es que se toma un poco más en serio lo que significa. El jugador tendrá que estar más atento al terreno y un poco menos a la munición. Es tan importante tener la mochila y sus botiquines controlados como ser muy hábil apuntando. En un territorio, mayoritariamente urbano, abandonado, es necesario dedicar tanto tiempo a inspeccionar el espacio como a liquidar enemigos. Pero también es posible en The last of us esquivar la lucha. El reconocimiento de terreno, el cálculo de posibilidades y la táctica en cada caso ganan peso. Para que no haya dudas, la mecánica de disparo es más complicada y no garantiza sobrevivir en cada enfrentamiento.
Otro punto en el que se marcan distancias es en el ritmo de la acción. Sigue un guión cinematográfico y las escenas de lucha están seguidas por otras de investigación, episodios de tormenta y calma.
Quizá la combinación de los elementos no sea perfecta y los tiros sigan siendo la opción principal. La emotividad de los personajes es aún tosca, aunque ya superan a algunas de las peores películas de Hollywood. El paisaje es una de las virtudes de este juego y, para ello, la necesidad de tener que recorrerlo casi al completo para conseguir recursos es óptima. Pasearlo sin tener que preocuparse sería una opción para disfrutar. La polivalencia del juego es otra de las virtudes, pero quizá no deje por completo satisfechos a los que gustan de alguno de los géneros que combina.
Sobrevivir tras el apocalipsis. En un ambiente que se aproxima al de La carretera, de Cormac McCarthy, un adulto y una menor como protagonistas buscan la manera de poner a salvo a la segunda. Naughty Dog. Plataforma: PS3. Precio: 56,90.