Francisco Javier Romero Taboada es el último nombre de una larga lista vinculada a la violencia en el fútbol
30 nov 2014 . Actualizado a las 17:47 h.La muerte de Francisco Javier Romero Taboada, miembro de los Riazor Blues, tras una pelea entre aficiones del Atlético de Madrid y del Deportivo horas antes de disputarse el encuentro entre ambos conjuntos en el Vicente Calderón, se suma a otras ocho registradas en España desde 1982 como consecuencia de la violencia en el fútbol.
Además, otras dos personas fallecieron por el impacto de bengalas mientras presenciaban encuentros de fútbol. Luis Montero Domínguez, falleció el 25 de abril de 1985 a causa del impacto de un bengala marítima durante un encuentro Cádiz-Castellón (Segunda División) y el niño Guillermo Alfonso Lázaro, de 13 años, murió en el estadio de Sarriá, el 15 de marzo de 1992, al ser alcanzado por una bengala lanzada desde la grada poco antes de iniciarse el partido entre el RCD Espanyol y el Cádiz (Primera División).
El primer nombre de esta larga lista de fallecidos es el de José Gómez Rodríguez, vicecóncul de Suecia en Benidorm, que fallece el 2 de noviembre de 1982 en Barcelona tras la agresión sufrida por los jugadores en un partido de aficionados en Pallejá.
Dos años después, el 6 de mayo de 1984, el policía nacional Manuel Luque Castillejo fallece como consecuencia de los golpes recibidos al intervenir en una discusión en un partido de alevines en Córdoba.
El 18 de agosto de 1990, el árbitro de regional Florentino Dueñas pierde la vida por los disparos efectuados por un policía jubilado durante el partido entre el Motril B y el Calahonda correspondiente a regional preferente.
Medio año después, el 14 de enero de 1991, un joven francés seguidor del RCD Espanyol, Frederic Rouquier, muere como consecuencia de las heridas por arma blanca propinadas por un grupo de skin heads de los Boixos Nois, en Barcelona, después del encuentro Espanyol-Sporting de Gijón de Primera División. Además, fue herido de gravedad su amigo José María Arboleas Martínez, vinculado a la Brigadas Blanquiazules.
El 12 de marzo de 1994, Emiliano López Prada, estudiante de Derecho, fallece al apuñalarle en un bar de A Coruña otro cliente tras celebrar un gol del Barcelona, cuando veían el partido que enfrentaba a los blaugranas con el Atlético de Madrid.
La muerte de Aitor Zabaleta Cortázar se sumó a la lita de fallecimientos por violencia en el fútbol el 9 de diciembre de 1998. Zabaleta, de 28 años y seguidor de la Real Sociedad, falleció un dia después de ser apuñalado por un miembreo del grupo Bastión, perteneciente al Frente Atlético, en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón al que tenía previsto acudir para presenciar el partido entre su equipo y el Atlético de Madrid.
El 8 de octubre del 2003 fallece un seguidor del Deportivo en el estadio compostelano de San Lázaro. Manuel Ríos Suárez, de 31 años, pierde la vida a causa de los golpes recibidos al término del encuentro de Copa del Rey entre el Dépor y el Compostela, cuando trataba de proteger de los hinchas radicales de su equipo a un niño que llevaba la camiseta del Compostela.
El penúltimo nombre de esta trágica lista es el de Iñigo Cabacas Liceranzu, de 28 años y seguidor del Athletic Club de Bilbao. El 9 de abril del 2012 pierde la vida después de recibir un pelotazo de goma policial en los incidentes al término del partido de su equipo frente al Schalke 04, disputado el día 5.