Víctor Sánchez del Amo: «Quiero que los jugadores sientan lo mismo que yo cuando jugaba en Riazor»

TORRE DE MARATHÓN

El nuevo entrenador del Deportivo apuesta por la unión entre equipo y afición como clave para lograr la permanencia
16 abr 2015 . Actualizado a las 14:31 h.Son las cinco y media de la tarde y Víctor Sánchez del Amo (Getafe, febrero de 1976) es puntual. La cita es en el hotel Tryp Coruña, en el que se aloja. Como Irureta, el que fuera su entrenador en su gloriosa época como futbolista del Dépor. Coincide con el vasco en haber elegido este tipo de residencia, en el nombre de la misma y en que también llega con la idea de reverdecer viejos laureles. Sin embargo, profesionalmente, parecen estar en las antípodas. Mientras el vasco encarnaba la tradición y la vieja metodología, el nuevo entrenador blanquiazul enarbola la bandera del fútbol moderno y una filosofía empírica en la que la experiencia «no debe ser solo una acumulación de repeticiones, sino de vivencias y aprendizaje».
Tiene un discurso pausado y analítico hasta que le toca hablar de Riazor, de su ambiente y del próximo partido. Ahí lo tiene claro. «Equipo y afición darán un paso juntos para hacernos invencibles en Riazor». Unidos con un objetivo «único y común: mantener al Dépor en Primera».
-¿Qué análisis hace de su primera semana como entrenador del Dépor?
-Sé que llevo una semana porque me lo dice usted. Porque nuestro foco es el partido. El trabajo de preparación de cada partido, con lo que no importa el número de día en el que estamos. Sabemos el día en que vivimos por lo que queda para el siguiente encuentro. Esta semana nos hemos levantado cada día con una ilusión tremenda por afrontar cada día de trabajo. Tuvimos un recibimiento espectacular por parte de todo el mundo: equipo, todo el grupo de gente que trabaja alrededor de la plantilla, el club, la afición... Espectacular. Nos han acogido y abierto las puertas como no podía ser de otra manera. Conozco muy bien a la afición y la casa y sabría que sería así. Aún estoy en el hotel instalado porque la prioridad es clarísima: trabajar, competir y encontrar cuanto antes la salvación. Ahora mismo no hay otra cosa en mi cabeza. Vivo 24 horas pensando en el Deportivo.
-El día de su presentación subrayó que cuando lo llamaron ya tenía mucha información del Dépor. ¿Su visión era buena o ha cambiado mucho al empezar a trabajar?
-Pero la perspectiva que tenía desde fuera es que esta plantilla está capacitada para mantener una posición cómoda en la clasificación, pero ha habido muchas circunstancias que han influido y ahora nos toca trabajar para salvar al equipo en estas últimas jornadas. No podemos mirar para atrás. Pero la visión no varía mucho de la que tenía cuando llegué.
-¿Por qué se ha llegado a esta situación? ¿Qué carencias y errores ha detectado?
-Yo no vengo aquí a analizar el trabajo anterior. Queda para un análisis privado que tenemos que hacer como entrenadores para nuestra estrategia. No es algo que se pueda hacer público por respeto a la profesión.
-La solución parece estar en el trabajo táctico. Están esforzándose al máximo en este aspecto.
-No estamos escatimando. Nuestro equipo de trabajo lo catalogaría como moderno, actualizado, con una energía tremenda e ilusión por desarrollar nuestra metodología en el Deportivo por la vinculación afectiva que hay. El fútbol español ha crecido muchísimo en estos últimos años gracias el desarrollo táctico. Y lo digo con conocimiento de causa por haber visto como se trabaja en muchos países. La semana tiene una estructuración de cargas de trabajos, de tareas... No se puede trabajar todo. Somos conscientes de ello porque en la situación en la que se llega hay que ajustar. No se puede hacer en tres días el trabajo de todo el año. Hay que ir poco a poco pero teniendo en cuenta que tenemos que hacer un plan de emergencia para reactivar a este grupo.
-¿Los futbolistas asimilan bien los conceptos?
-Sí, otro de los mensajes que le hemos dado es que ellos han puesto el punto de partida. En solo tres días de entrenamiento han dado un nivel competitivo muy interesante. Tanto como para sacar un punto, con imagen de poder llevarse la victoria, en un campo muy difícil en el que han perdido Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid. Han tenido una actitud fantástica. Y lo mejor es la sensación que tuvieron en el campo. Sensaciones de confianza y eso es muy importante. Fue el primer paso y ahora contra el Atlético vamos a dar el segundo. Lo que queremos es que la afición dé también ese paso. Estoy seguro de que la unión entre el equipo y la afición volverá a hacer de Riazor un fortín.
-En su presentación ya hizo especial hincapié en esa unión.
-Es que yo recuerdo los tiempos que viví como futbolista, el ambiente que había en Riazor y tengo ganas de revivirlo. Se lo dije a los jugadores en la primera charla. Estoy deseando que llegue el sábado para vivir ese primer partido. Y la afición tiene que saberlo. Quiero que los jugadores sientan lo mismo que yo sentía como jugador en Riazor. Muchos no lo conocen y se lo he dicho. Porque estoy convencido de que va a suceder.
«Como futbolista creé un vínculo eterno con este club y esta ciudad»
Cuando Víctor Sánchez del Amo abandonó A Coruña en el año 2006, lo hizo con un claro mensaje: «Volveré». Nueve años después explica que tenía claro «había creado un vínculo eterno con el club y la ciudad» que lo harían regresar «ya fuera como turista, como residente o como profesional». Una relación que se extiende a su familia. El nuevo entrenador del Deportivo relata orgulloso cómo su hijo de once años, que nació en A Coruña, siente tanto los colores de la entidad que hasta se ha puesto los brackets blanquiazules.
-¿Qué sintió cuando recibió la primera llamada que le anunciaba la posibilidad de entrenar al Dépor?
-Desde que al final de la temporada pasada mi vinculación con el cuerpo técnico de Míchel -al cual le estoy muy agradecido a todo el grupo- finalizó, empiezo a trabajar pensando en el futuro. A seguir adquiriendo formación para cuando llegara la oportunidad aprovecharla. Empecé a trabajar para crear mi equipo de trabajo y a seguir todas las Ligas y clubes que tengo más posibilidades de tener una propuesta. El Dépor estaba entre los primeros. He tenido opciones para trabajar en Grecia y otros sitios de Europa pero no eran interesantes. Al final, llegó la más atractiva y fuerte emocionalmente.
-¿No le dio vértigo viendo la posición que ocupaba?
-No, porque cuando llevas toda la vida en el mundo del fútbol acabas adaptándote a esa situación. Es un continuo aprendizaje y una constante exposición a la presión. Y cuando llegan las oportunidades no se puede temblar ni dudar. El planteamiento mío es encarar esas situaciones que pueden verse difíciles. Las veo como retos apasionantes. Así que estoy encantadísimo de esa llamada, por lo que fue cuestión de muy pocos minutos que todo estuviera cerrado.
-¿Puro optimismo o un puntito de masoquismo?
-Aquí me conocen muy bien. De masoca tengo poco. Soy muy reflexivo, realista y muy exigente. Con lo cual, dentro de esa formación que he ido recibiendo y ese camino que he llevado en mi vida, basándome en el afán por querer aprender y mejorar constantemente, cualquier situación de este tipo, supone un reto apasionante por crecer. En mi etapa como segundo entrenador también viví estas situaciones.
-Pero es un debut arriesgado. Si salva al equipo, fenomenal, pero si lo desciende, cuando lo cogió en puestos de permanencia, lo dejará marcado.
-Eso son etiquetas. La vida es un aprendizaje constante. De todo se aprende. Son los mensajes que le damos a los jugadores. No hay que tener miedo al error. Estamos analizando los errores para corregirlos, tener menos que el rival y sacar mayor provecho de ello.
-¿Qué ha cambiado del Víctor que se fue al que regresa?
-Del 2006 al 2015 van nueve años con la mentalidad de afrontar la vida como un constante aprendizaje para crecer y seguir creciendo. Mucha experiencias vividas. De jugador y ahora como entrenador. Me levanto cada día con una ilusión impresionante para compartir cada jornada de trabajo con los jugadores y empezar a preparar la siguiente. Somos más mayores, los hijos van creciendo...
-Esperemos que su querencia por el balón no haya desaparecido. ¿Veremos un Dépor así?
-Por supuesto, pero vamos a querer hacer daño al rival. Vamos tener un plan para cada partido. Intentaremos minimizar las virtudes del rival y potenciar las nuestras. Unas veces tendremos más posesión y otras menos. Tener la posesión no siempre es sinónimo de victoria, pero mientras que tú tienes el balón, el rival no lo tiene, y lo desgastas, con lo cual algo acumulas y puede cometer errores. Pero insisto en que no siempre te da el triunfo. Un ejemplo lo tuvimos en San Sebastián. Ganamos la posesión en los primeros 30 minutos de cada tiempo, pero, curiosamente, los goles no llegaron ahí.
-Las dos mayores novedades que se vieron en Anoeta fueron la presión y que Lucas asumió la responsabilidad a balón parado.
-Para construir un proyecto sólido hay que afianzar conceptos defensivos. Es más difícil construir el juego ofensivo y desequilibrar al rival. Mucho más eficiente, rápido y asimilable el trabajo defensivo. Por eso hemos dado una prioridad. Que sepan cómo se defiende y en qué partes. Y a partir de ahí desarrollar nuestro ataque. En ocasiones, ataque rápido y otras con posesión. En cuanto a Lucas, lo conocía bien de Grecia y lo vi adecuado para este partido, pero no será nuestro único especialista.
-¿El estado de Postiga (ayer, como Salomão recibió el alta) puede condicionarle a no jugar con un 4-4-2?
-No porque Postiga va fenomenal. Su categoría y calidad están sobradamente demostradas. Vamos a contar con Postiga, igual que buscaremos todas las opciones que se nos ocurran. La plantilla invita a ello. Del medio del campo para delante tenemos muchos jugadores que pueden actuar ahí. No descarto jugar con el 4-4-2. Me gusta una base pero entiendo que los sistemas tienen que ser flexible por el propio dinamismo del partido. Pero no descarto ese sistema ni de inicio.