Método y analítica como bandera en busca del objetivo

Alexandre Centeno Liste
alexandre centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El entrenador blanquiazul fía su éxito al exhaustivo trabajo dentro y fuera del campo

21 nov 2015 . Actualizado a las 16:15 h.

Método. Planificación diaria. Vídeo. Guion preconcebido. Huida de la improvisación. Estudio. Análisis. Víctor Sánchez del Amo (Madrid, 1976) ejemplifica la nueva remesa de entrenadores que, al más puro estilo baloncestístico, fían al análisis estadístico y al trabajo metódico su suerte.

Fino estilista en sus tiempos de futbolista, como entrenador antepone la eficacia a la lucidez. El punto a punto, a los partidos abiertos. La garra, a la imaginación. El contragolpe, a la posesión.

La preocupación que le produce no lograr tener todo bajo control lo lleva a preparar incluso el discurso. El privado, ante sus jugadores, y el público. Maneja las redes sociales a la perfección y busca estar cercano a la grada. Esa que lo cuida. Por eso, ni duda a la hora de acudir a un acto benéfico, ni encuentra inconveniente para cambiar la hora y lugar de un entrenamiento para que el equipo se dé un baño de masas antes de una cita como la del derbi de esta noche.

En ese mensaje público vive unido al plural mayestático, porque para él, el Dépor no lo entrena solo Víctor Sánchez del Amo, sino un equipo de técnicos perfectamente engranado cuales piezas del Tetris. La experiencia vivida con su otrora amigo Míchel en el Olympiakos le hace ver la importancia de que el cuerpo técnico trabaje el perfecta sintonía.

Con el actual entrenador del Olympique de Marsella dio el salto al banquillo. Fue segundo de Míchel en el Getafe, el Sevilla y el Olympiakos. Hasta que sus diferencias en el planteamiento del partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions 2013-2014 los separó. En la ida, los griegos habían ganado 2-0 y el primer entrenador decidió ir a por los ingleses en su estadio para marcar un gol que sentenciara la eliminatoria. El ahora técnico del Dépor abogaba por pertrecharse en su campo y explotar la contra. Míchel ganó el pulso, el Olympiakos perdió y el matrimonio se rompió.

Un mal trago que hizo a Sánchez del Amo más fuerte. Los siguientes meses, lejos de encerrarse en su casa, luchó por escalar en la profesión hacia un banquillo. Ya no quería ser segundo de nadie. Se preparó duro para ser primero. Vio fútbol. Viajó por Europa fijándose en las mejores escuelas y aguardó con calma hasta que recibió la llamada de Tino Fernández. Esa que llevaba meses esperando.

El Dépor

Y se cogió un coche rumbo a A Coruña. Se instaló en el hotel que años atrás había alojado a Javier Irureta y empezó a dedicar las 24 horas del día a tratar de salvar al Dépor. «No tenemos tiempo para otra cosa», se hartó de decir.

En su primer año en A Coruña trabajó desde atrás un equipo roto, lo salvó en el último suspiro y volvió a ilusionar a una afición que ya se veía en la categoría de plata. En la segunda temporada, el club le regaló un equipo mucho más compensado y de mayor calidad que trata de moldear a su gusto. Los números lo respaldan pese a los últimos cinco encuentros sin conocer la victoria y pese a que el inicio fue dudoso tras haber patinado en el manejo del conflicto con Luisinho.

El derbi de esta noche será su gran prueba de fuego: como entrenador y estratega. El gran partido que Víctor lleva tiempo esperando para certificar su mayoría de edad en un banquillo de Primera División.