Situación crítica para Víctor

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

PACO RODRÍGUEZ

La vergonzosa goleada ante el Barça deja al técnico del Dépor tocado y con poco crédito

26 abr 2016 . Actualizado a las 17:46 h.

El Deportivo ha dilapidado el tesoro recolectado en la primera vuelta. De ser la revelación, a ser un conjunto poco fiable capaz de protagonizar petardadas como la de anteayer ante el Barça. El mayor problema de todos es garantizar la permanencia. La situación no es angustiosa, pero cierto temor ha comenzado a instalarse tanto en el deportivismo como en el propio club. Además, comienza a creerse que una vez lograda la salvación, cosa más que factible a pesar de todo, irá acompañada de unas secuelas muy nocivas de cara al próximo ejercicio.

En este sentido, se ha pasado de un Víctor Sánchez del Amo considerado como el entrenador más sobresaliente de la primera vuelta, a un técnico que atraviesa su mayor crisis y que a pesar de tener contrato para la próxima campaña, los cimientos de su continuidad no son tan sólidos hoy en día como cuando se anunció su renovación. Todo ello hasta el punto de que una mala secuencia de resultados en la próxima jornada, comenzando con una derrota del Dépor en Ipurua y siguiendo con buenos marcadores de Granada en Vigo y del Levante ante el Athletic y, mucho más improbable, del Sporting en el Camp Nou, dejaría al madrileño al pie de los caballos.

En el seno del Deportivo se lamenta que después de haber tenido al equipo en una situación envidiable, coqueteando con los puestos europeos durante muchas jornadas, ahora se ve abocado a un triste final en el que la permanencia no se sella, la afición se desencanta, la plantillase deprime y hasta el club puede perder mucho dinero en función de la clasificación final que ocupe.

Preocupa también que el mal final de la Liga dañe de partida a la próxima campaña de abonados. Más de 26.000 seguidores retiraron el carné esta temporada. Igualar estas cifras en medio de un desencanto generalizado será tremendamente difícil, a pesar de que la afición sigue apoyando al equipo en estos momentos tan oscuros.

Fichajes

Al mismo tiempo, la situación podría extenderse a los fichajes, con futbolistas que podrían mostrarse más escépticos a venir a A Coruña tras el bajón de juego sufrido por el equipo.

A Víctor se le achaca que no haya sido capaz de detener el desmoronamiento y que se haya distanciado en demasía de la plantilla. Sus relaciones con algunos jugadores no pasan por un buen momento y aunque en el club reparten culpas entre técnico y futbolistas, también se cree que él es quien debería haber manejado el vestuario con mayor habilidad. También creen dentro de la entidad que Víctor dispone de un plantel de suficiente calidad como para no tener que pasar ningún tipo de apuro por la permanencia. Aparentemente, su gran apoyo y casi único, es el presidente Tino Fernández, quien agotará todas las vías posibles antes de tener que recurrir a una destitución. Ayer, sin ir más lejos, fue cuestionado por la continuidad de su entrenador, a lo que respondió: «Los contratos siempre están para cumplirse. Se hacen con ese espíritu. Tenemos confianza plena en el cuerpo técnico y en los jugadores». Pero lo cierto es que Sánchez del Amo ha dejado de ser intocable y ya hay voces dentro del club que plantean la conveniencia de que el próximo curso sea otro el técnico que capitanee el vestuario blanquiazul. Eso sí, Víctor tiene contrato y habría que indemnizarle, lo que iría en detrimento de la confección de la nueva plantilla.

Claro que todo se tranquilizaría con una victoria en Éibar, donde ya se venció en la pasada liga gracias a un gol de Juan Domínguez. Pero de perder ante los vascos, el partido ante el Getafe pasaría a ser una finalísima, teniendo en cuenta que el Dépor acabará la liga con un desplazamiento a Villarreal y recibiendo al Madrid en Riazor.

Ha perdido buena parte del apoyo de la grada, que ya le ha silbado en algún partido

Aunque fue el portero, Manu Fernández, la víctima más clara del encuentro frente al Barcelona, como receptor de los silbidos de la grada, lo cierto es que el público ha demostrado recientemente su malestar ante la mala dinámica y su descontento con el míster. Un enfado plasmado en todo tipo de foros y también en algún encuentro como el de Las Palmas.

No ha conseguido mantener a sus futbolistas activados psicológicamente

En vista de que la permanencia sigue sin estar asegurada, el plantel blanquiazul se ha centrado en el reto inmediato: la visita a Ipurúa. Sin embargo, la cadena de malos resultados ha provocado una pérdida de confianza del plantel. A Víctor se le achaca que no haya sabido activar lo suficiente a sus futbolistas para evitar llegar a la recta final sin apuros clasificatorios.

No ha sabido frenar la tremenda sangría de las jugadas a balón parado

El Deportivo se ha convertido en el conjunto más asequible para los especialistas en la estrategia. Y para otros que no lo son, como el Barça. El conjunto de Luis Enrique marcó su primer gol en un saque de esquina (con la ayuda del árbitro), confirmando la condición de equipo de Primera más batido desde el córner. Víctor no ha conseguido frenar una sangría que ha costado muchos puntos.

No ha tenido acierto con sus últimas intervenciones en el plano táctico

Ni el trivote, ni Juanfran jugando a pie cambiado frente al Barça, ni la defensa de cinco ordenada ante el Sevilla. Los planteamientos iniciales de Víctor no han surtido ningún efecto en los duelos más recientes. Tampoco se ha destacado el técnico por su intervención una vez iniciado el encuentro. Hasta que marcó Riera en el Pizjuán ningún futbolista de banquillo había visto puerta.

No ha realizado autocrítica, incluso tras la goleada de escándalo ante el Barcelona

Uno de los aspectos que en los últimos tiempos más se echa en cara a Víctor Sánchez del Amo es su falta de autocrítica. Tras la derrota ante el Barça, felicitó a los jugadores por el esfuerzo. En la mayoría de las ruedas de prensa tras los encuentros, el técnico de Getafe no ha reconocido apenas la superioridad del rival de turno ni los fallos cometidos por su equipo.