Lucas viaja este viernes a Londres para el reconocimiento médico y firmará por cuatro temporadas con el Arsenal
26 ago 2016 . Actualizado a las 15:23 h.«El fútbol es un negocio, no solo el mío, también el del Dépor, el de la afición... Si tienen que venderme para seguir creciendo pues me iré. Todos sabemos los problemas económicos que tiene el Deportivo. Si pagan la cláusula, la deuda se reduce, pueden mejorar el contrato de algunos jugadores que quieren que se queden más años, pueden traer a mejores futbolistas para subir el nivel de la plantilla...». Esta reflexión de Lucas Pérez extraída de una entrevista publicada por La Voz de Galicia el 29 de abril era un aviso de lo que meses después podía pasar y que ayer se cumplió. Lucas se va. Abandona el Deportivo con la Liga empezada y el día anterior a disputar la segunda jornada. Lo hace, eso sí, dejando 14 millones, una vez descontada la parte del PAOK y los primeros gastos derivados de la operación.
Dos años después de aterrizar en A Coruña para ver cumplido su sueño de jugar en su equipo de toda la vida, Lucas vuelve a decir adiós a su ciudad y al Deportivo. El delantero herculino jugará en el Arsenal las cuatro próximas temporadas, después de que ayer se cerrase el acuerdo entre ambos clubes y con el futbolista. Lucas ya viajó ayer a Madrid y este viernes volará a Londres para pasar el reconocimiento médico.
Los gunners pagarán los 20 millones que figuran en su cláusula de rescisión al contado y se harán cargo de los gastos del traspaso. De esa cantidad, el PAOK se lleva 6 millones, con lo que al Deportivo le quedan 14. De ellos, la Agencia Tributaria se quedará con 3,5 como parte del acuerdo para reducir la deuda privilegiada.
Una operación que puede ser considerada como un buen negocio, pero que simbólicamente supone un duro golpe al deportivismo. Se va el artífice de 17 de los 41 goles que sirvieron al Deportivo para mantener la categoría en Primera División. Uno de los héroes del Camp Nou hace dos años. El de Monelos. El niño de la calle que siempre quiso jugar en el Dépor y en su madurez profesional lo consiguió. La mitad del Orgullo Coruño.
Unos diez millones de euros netos por cuatro temporadas y la garantía de disputar la Liga de Campeones (se medirá al PSG, Ludogorets y Basilea) tienen la culpa de que el Deportivo se quede sin parte de su alma. Ficha por un grande del fútbol europeo en donde ansía que se le abra la puerta de la selección española.
Su marcha se precipitó en los últimos días. Después de que el pasado lunes se conociera la disposición del Everton por contratarlo, con una ficha similar a la que va a cobrar en el Arsenal, se sucedió una cadena de acontecimientos que concluyen con el Deportivo aceptando la propuesta, conocedor del deseo de Lucas de recalar en el que será su club durante los próximos cuatro años.
Este nuevo adiós llega en el mejor momento de su vida deportiva para reemplazar al lesionado Danny Welbeck, después de una difícil carrera profesional en la que recaló en el Dépor hace dos años después de haber pasado por el Alavés, el Atlético de Madrid, el Karpaty ucraniano y el PAOK griego. A sus 27 años, Lucas ve cumplida su ilusión de disputar la Premier, la Champions y con una millonaria inyección económica como guinda. Una propuesta, irrechazable.
Sidnei se queda
Y mientras Lucas hace la maleta para irse al Arsenal -está previsto que hoy no viaje a Sevilla con el equipo y sí lo haga a Londres-, el que también estuvo con pie y medio fuera del Dépor, pero finalmente se queda es Sidnei.
El Valencia alcanzó ayer por la mañana un acuerdo con el Benfica para fichar el defensa brasileño por diez millones de euros, ante lo cual el Deportivo ejerció la opción de tanteo y se hizo con todos los derechos del jugador en propiedad.
De esta manera, la entidad blanquiazul abonará 6,5 millones de euros (3,5 le correspondían del traspaso) en cuatro plazos y se convierte en único propietario del central, que sí viaja a Sevilla y será titular esta noche frente al Betis.