Juanfran: «El dinero no lo es todo; lo que yo quiero ganar me lo puede dar el Dépor»
TORRE DE MARATHÓN
Conocedor del interés del fútbol turco, quiere renovar cuanto antes y subir la cláusula de rescisión
29 mar 2017 . Actualizado a las 13:11 h.La sensacional temporada que está realizando no está pasando inadvertida en el fútbol español ni europeo. Por eso, el teléfono de Juanfran (Madrid, 1988) no para de sonar. Tras el interés del Rubin Kazan y el del Barça tras la lesión de Aleix Vidal, el último en llamar a su puerta ha sido el fútbol turco. Él lo sabe. Es conocedor del dinero que se mueve en ese país por la baja tributación. Pero insiste en que su deseo es seguir en el Dépor. Quiere renovar su contrato pronto y elevar la cláusula de rescisión «para que se acaben los rumores y las ofertas». Y entiende que no debería haber problema porque aunque «todo el mundo quiere ganar más», asegura que «lo que yo quiero, me lo puede dar el Dépor».
-No dejan de salirle novias. ¿Cómo vive esta situación?
-Me siento muy orgulloso. Es orgullo que haya equipos que te llamen para conocer tu situación. Pero estoy donde quiero. En el sitio por el que peleé. Y me quiero quedar. Lo normal es que, cuando logremos el objetivo de la permanencia, nos sentemos, renovemos, quitemos esa cláusula [se refiere a subir la rescisión, de 8 millones] y se acabaron los intereses, rumores, ofertas… Porque al final, las propuestas llegan, pero uno juega donde quiere.
-¿Qué sabe en realidad del interés turco?
-Menos de lo que he leído, pero sé cosas. Cosas que me llegan más por agentes externos que por los míos, que prefieren mantenerme al margen hasta que haya algo concreto. Sé que hay gente que propone operaciones. Y en este caso me dicen que me pueden llevar a algún sitio. Pero también digo que, a no ser que el Deportivo, por necesidad, me quiera vender, lo normal es que renueve y me quede donde quiero.
-Pagar 8 millones de euros por un lateral no está mal.
-Yo creo que el Deportivo me vendería por menos. Es más, si yo fuera el Dépor, aceptaría menos de ocho millones por un lateral de 28 años. La economía del club no es la mejor y con esta venta podría optar a jugadores en posiciones más determinantes. Hoy en día, creo que para pagar 4 o 5 millones por un lateral, ya tiene que hacerlo muy bien. Así que si viene alguien con 8 millones, creo que será el propio Deportivo el que me lleve hasta donde sea.
-Dice que se quiere quedar. Pero supongo que el dinero también le llamará la atención.
-Sí pero el dinero no lo es todo; lo que yo quiero me lo puede dar el Dépor. Me considero afortunado con lo que tengo. Quiero ganar más, pero con lo que yo me conformo me lo puede dar el Deportivo, insisto. Por eso, es importante seguir creciendo en estos diez partidos y estar a un nivel alto. Y luego, cuando nos sentemos a negociar, le diré al Deportivo lo que quiero ganar, porque sé que me lo puede dar. También sé que otros me pueden dar más, pero a mí no me hace falta tanto.
-¿Lo que quiere es lo que está firmado?
-No lo es, pero, evidentemente, Juanfran tampoco es el de hace un año. Cuando firmé me parecía que el dinero que me daban era lo justo para el rendimiento que había dado. Y muy agradecido que estoy, que es una buena cantidad. Pero este año he dado un paso adelante. Han llegado ofertas. Soy un valor del club y supongo que harán lo mismo que con otros compañeros. Pedro, por ejemplo, firmó por una cantidad, pero su rendimiento fue superior y se le renovó. Y otro tanto con Sidnei. Los clubes premian el rendimiento y confío en que conmigo pase lo mismo.
-¿Está muy lejos de lo que tenía firmado con el Watford?
-Uf. Está claro que aquí pierdo mucho dinero. En la Premier hay mucho y aquí no tanto. Pero esto es un cómputo de todo. El Watford me daba mucho dinero, pero no otras cosas para mi vida. El Dépor me da bastante menos dinero, pero otras cosas que valoro más. La balanza es favorable para el Dépor.
-¿Mira de reojo a la selección?
-Como todo jugador quiero ir con la selección. Pero está llena de grandes jugadores y es difícil. Hay uno de los mejores laterales del mundo, que es Carvajal. Y parece que le vale con él porque el otro que va, Azpilicueta, ya es más central que lateral. Además hay otros que están a un gran nivel como Hugo Mallo o Mario Gaspar.
-¿Pero se ve con posibilidades?
-Hombre, tengo 28 años. Cuando llegué a Primera, ya mayor, sabía que si lo hacía bien durante esos primeros años, podía tenerlo cerca, porque salía con el bum del Madrid, algo que gusta mucho en la selección. Que tu nombre esté relacionado con el Madrid o la selección te aporta un plus para ir. Pero ahora es un sueño que veo complicado. Es muy difícil. El año pasado lo vivimos con Lucas. Hizo un año de escándalo y no fue.
-¿Cree que en otro equipo tendría más cerca la internacionalidad?
-No. Creo que si sigo a este nivel y mejoro las cosas que se pueden mejorar, desde el Deportivo se puede ir tranquilamente. Es hacerlo bien, destacar… Por ejemplo, hace un año era imposible que alguien me preguntara por esto y ahora sí se habla de mí. Creo que desde aquí también se pueden cumplir los sueños.
-Hablemos del equipo. ¿Cómo se le explica el radical cambio experimentado tras la llegada de Mel? No pocos pueden pensar que le hicieron la cama a Garitano.
-En mi corta carrera aún no he visto hacer la cama a ningún entrenador. Al final, llega un entrenador, cambia el mensaje, entran un par de jugadores nuevos y todo cambia. Pero no siempre se produce una modificación en la dinámica. También ha pasado de echar a entrenadores y tener que echar al siguiente también porque el equipo no rinde. El mensaje fue muy importante y los retoques funcionaron. No hay más.
-Usted, contento, ¿no?
-Yo solo puedo tener buenas palabras para Gaizka y su cuerpo técnico porque han sabido sacar lo mejor de mí. Me hicieron dar un paso adelante. Pero para mí también ha sido una suerte el fichaje de Mel, porque fue el entrenador que confió en mí para hacerme futbolista de Primera, cuando me llevó al Betis. La pena es que lo echaron pronto y no pude disfrutar mucho con él. Así que contento de poder compartir otra vez equipo con él y devolverle la confianza que depositó en mí.