Un asesor del Gobierno denuncia presiones de las multinacionales
20 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.«Piense que en mi país hay 22 millones de jubilados, eso es la población de Australia. ¡Imagínese ahora cómo son los bancos de datos y la infraestructura informática para manejar eso! Es una de las razones para que migrásemos al software libre». Así se expresaba ayer en Santiago Júlio Cezar Neves, asesor del presidente del Servicio Federal de Procesamiento de Datos (Serpro) del Gobierno de Brasil. Dejar de pagar licencias por programas «que funcionan igual de bien», insiste el experto, le supuso al país un ahorro de 225 millones de dólares en el año 2010, y la cifra aumenta según crece la cantidad de software libre que se implanta en la Administración de los distintos estados.
Neves explica, sin embargo, que esta manera de nadar a contracorriente no resulta fácil. Iniciaron la migración hace quince años y con el primer obstáculo que se encontraron fue con la presión de la prensa, concretamente de los medios hegemónicos del grupo Globo. «La prensa está patrocinada por las grandes multinacionales y Brasil es un país dominado por la prensa, tienen bancos, radios, televisiones, periódicos...», señala. Y añade que todos los repetidores de la televisión de Globo en Brasil son propiedad de senadores «del partido que apoyaba la dictadura».
El experto señala que la prensa transmite pues la presión indirecta de multinacionales como Microsoft y, sobre todo, Oracle, que ven en la política de migración al software libre un serio peligro para sus negocios. «Gracias a algunos mandatarios, como mi presidente, en la Amazonía lo vamos consiguiendo, no sin esfuerzo», explica Neves, que sonríe recordando cómo, a veces, hay empresarios que le consultan y dudan de poder utilizar software libre para empresas de cuatrocientos trabajadores: «¡Si nosotros lo utilizamos en un servicio que tiene 11.000!», dice.
Google versus Bruce Perens
En la última jornada de la Libre Software World Conference, organizada por Agasol, con el apoyo de la Federación Nacional de Empresas de Software Libre (Asolif) y la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), participó también como ponente Jeremy Allison, de Google, quien trató de hacer ver de qué manera su empresa utiliza y contribuye a promover fuentes abiertas. «Detrás de Google hay sobre todo -manifestó-, software, el hardware es sustituible, pero Google no podría existir sin la contribución del software libre». Justo acababa de decir que «no aceptamos que el software propietario nos impida crecer y mejorar» cuando recibió la inmediata respuesta, desde el público, de uno de los grandes gurús del sector, Bruce Perens, que le reprochó la manera férrea en que la multinacional controla sistemas como Android. Allison se defendió diciendo que Android, en todo caso, «es la excepción».