Investigadores ingleses han sido capaces de recolectar la energía suficiente a través de la orina como para navegar en la web o realizar una llamada
18 jul 2013 . Actualizado a las 18:34 h.Científicos de la Universidad Oeste de Inglaterra han conseguido cargar la batería de un smartphone a través de la utilización de orina humana. Los investigadores han utilizado celdas de combustible biológico alimentadas con orina humana capaces de generar la energía suficiente para cargar la batería de estos dispositivos. Por el momento, la carga que proporciona a los dispositivos esta técnica es mínima.
Smartphones y tablets han supuesto una revolución tecnológica. Sin embargo, una de las quejas más repetidas por los usuarios es la limitada autonomía que proporciona la batería de estos dispositivos que hace que, en algunos casos y debido al uso, la carga no consiga aguantar ni 24 horas. Debido a la conexión a Internet permanente o el número de aplicaciones activas hace que la batería se vea reducida.
Por ello, cada vez son más los investigadores que trabajan en conseguir no solo aumentar la duración de las baterías sino también en soluciones de carga que se adapten a la ajetreada vida de los usuarios. De ahí que ya se conozcan investigaciones que han utilizado el movimiento del cuerpo humano para poder cargar los dispositivos mientras los usuarios corren o andan, entre otras opciones.
En esta ocasión, investigadores británicos se han centrado en el cuerpo humano para resolver esta preocupación, concretamente en una de las secreciones del cuerpo, la orina.
El equipo del laboratorio de Robótica de Bristol, parte de la Universidad del Oeste de Inglaterra, ha estado trabajando en una versión de la pila de combustible microbiana (MFC). Esta pila utiliza bacterias que descomponen la materia orgánica y genera energía. A través de este principio y, según recoge la página web Gigaom, los investigadores han utilizado la orina humana para alimentar esta pila y así generar la energía suficiente.
Estas celdas de combustible biológico ya habían sido utilizadas y descubiertas hace más de una década, pero nunca habían llegado a ser oficialmente viables para poder utilizarse ni comercializarse. Los investigadores han sido capaces de recolectar la energía suficiente a través de la orina como para cargar la batería de un teléfono Samsung y lograr encenderlo, mandar mensajería vía SMS, navegar en la web e incluso realizar una breve llamada.
Aunque la carga es limitada, esto llega a ser un gran avance porque con esto se comprueba que el concepto funciona y que ahora sólo hay que perfeccionarlo. Las zonas rurales de los mercados emergentes serán las más beneficiadas pues las fuentes de energía pueden ser difíciles de conseguir y los teléfonos móviles están demostrando ser un puente hacia la era moderna.