La semana pasada, la Universidad de Nicosia recibió su primer pago en la controvertida moneda electrónica
02 dic 2013 . Actualizado a las 19:15 h.En medio de una crisis sin precedentes que ha provocado el hundimiento del sistema financiero de Chipre, una universidad privada de Nicosia se ha convertido en el primer centro educativo del mundo en aceptar el pago a través de la moneda virtual bitcoin, una divisa nacida en el 2008 que todavía no ha acabado de convencer a los más escépticos.
«La idea de aceptar pagos para la matriculación surgió tras las solicitudes recibidas por nuestros estudiantes de programas online en países donde las transacciones bancarias son difíciles de efectuar o tienen costes muy elevados», explica el director financiero de la Universidad de Nicosia, Jristos Vlajos. La semana pasada, la Universidad de Nicosia recibió su primer pago en esta moneda electrónica, hecho por un estudiante de Sudáfrica, lo que ya ha convertido el proyecto en una realidad.
Pese a las dudas que aún planean sobre el bitcoin, Vlajos se muestra convencido de que esta novedad puede cambiar positivamente la economía y la sociedad. «Bitcoin puede tener en nuestras vidas los mismos efectos que Internet», opina Vlajos, tras agregar que esta divisa virtual podría comportar una importante innovación en los sistemas financieros, en los pagos internacionales, en el comercio digital y en el desarrollo de la economía global. «Te permite realizar pagos 24 horas por día y siete días a la semana. El funcionamiento de bitcoin es mucho más seguro, mucho más práctico, mucho más rápido y menos costoso que otros métodos de pago utilizados en Internet», señala el experto.
Bitcoin debe su reciente éxito a la gran proyección que los medios de comunicación hicieron recientemente de esta divisa, además de a su adopción por algunas plataformas digitales como Wordpress o Baidu. «Por supuesto que los medios han influido en su éxito. Hay también quien opina que se trata de una burbuja que acabará pronto», dice Vlajos, aunque se muestra contrario a este parecer.
La cotización del bitcoin, aunque muy volátil, ha experimentado en los últimos años una pronunciada tendencia al alza. Si en julio del 2010 un bitcoin valía menos de un centavo de dólar, esta semana se venden en torno a los 1.000 dólares (740 euros). «Cada diez minutos se crean 25 bitcoins. De momento hay 12 millones en circulación y cuando llegue a un máximo de 21 millones se parará, algo previsto para el 2040», indica Vlajos.
Originalmente la moneda fue concebida en el 2008 por un programador llamado Satoshi Nakamoto y, al contrario que otras, no está controlada por un banco emisor, a pesar de lo cual el Departamento de Justicia de Estados Unidos la declaró el pasado noviembre como «medio legal de intercambio». Sin embargo, el Congreso de EE.UU. ha analizado los temores de que esta divisa pueda ser utilizada para blanquear dinero o realizar compras ilícitas, gracias al anonimato que permite. Pero, según Vlajos, esto no tiene que ver con la moneda «en sí misma», sino que es un problema de las sociedades, el Estado y la Policía.
A pesar de que el corralito que se decretó en Chipre el pasado marzo tuvo un efecto llamada en las compras de bitcoins y de que las restricciones al movimiento de capital aún se mantienen en la isla mediterránea, la Universidad de Nicosia asegura que la introducción de esta divisa virtual se ha producido al margen de la crisis. Vlajos cree que, de haber sabido más sobre el bitcoin, muchos chipriotas podrían haberse salvado de la quita decretada a sus depósitos por el Eurogrupo como parte del rescate financiero.
La iniciativa de la universidad chipriota, que cuenta con unos 8.500 estudiantes, de los que 2.000 son de cursos online, pretende ampliarse al pago de otros programas además de los que se hacen a distancia. Además, la Universidad ha presentado a las autoridades chipriotas una propuesta para que Chipre se convierta en un centro comercial de bitcoins con la entrada de esta divisa virtual en la bolsa chipriota, aunque tras una reglamentación previa. «Es una cuestión de tiempo que un país decida fundar una bolsa basada en bitcoin», explica Vlajos, para quien esto supone «una oportunidad de crear una nueva industria».