El secretario de negociación colectiva de la CIG, Antolín Alcántara, no solo no se sorprende de que en un contexto de crisis, enmarcada en la Gran Recesión, Pontevedra primero, y Galicia después, superen en varios puntos el incremento salarial medio alcanzado a nivel estatal (un 2,48%) en la negociación colectiva del pasado ejercicio. «Eso viene ocurriendo siempre desde hace diez años en Galicia y en el País Vasco, desde que se firmó en el 2002 el pacto por la moderación salarial que suscribieron CC.OO., UGT y la CEOE, que en ocasiones apoya el Gobierno y que nosotros no aceptamos». La media en ambas comunidades es siempre la más elevada dentro del promedio nacional, «porque partimos de salarios más bajos», indica Alacántara, quien subraya que «la presión sindical» que se ejerce en ambas comunidades tiene mucho que ver. De hecho, es en la Comunidad Foral de Navarra y en dos provincias vascas, Guipúzcoa y Vizcaya, donde se dan los aumentos de sueldo más importantes. En la primera comunidad se alcanzó el pasado año un 3,94%, mientras que en Vizcaya se llegó al 3,92% y en Guipúzcoa , al 3,59%. Uno de los sectores más beneficiados de esta intensidad en la negociación colectiva es el del metal. «Si en el año 2000 la provincia de Pontevedra ocupaba el número 24 en el año 2009 ya se situaba en el número tres», con respecto a los incrementos salariales. «Y son datos -dice- de la patronal del metal». Otros sectores beneficiados han sido el de la distribución en la alimentación, la industria, la construcción y los servicios. Por contra, reconoce Antolín Alcántara, está el de las peluquerías, con el salario mínimo, o el comercio minorista del sector textil. Solamente en Galicia, en el año 2010, se celebraron, once huelgas por convenios provinciales. «La de las instalaciones deportivas duró un mes».