«El museo de Rande es el sueño de mi vida»

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Comesaña lleva veinte años luchando para recuperar la antigua fábrica del alemán

09 mar 2012 . Actualizado a las 13:58 h.

Las ruinas de la antigua fábrica del alemán están cubiertas de verdín y óxido. Pero será por poco tiempo. El recinto renacerá de sus cenizas gracias al tesón de la Asociación Cultural de Rande que preside Juan José Comesaña.

«Yo nací delante de la fábrica. Mis padres tenían un balcón enfrente y siempre tuve el sueño de recuperar el edificio», cuenta Comesaña.

A pesar de que aún no ha cumplido cincuenta años, Juan José Comesaña fue víctima de las limitaciones del sistema educativo del franquismo, carencias que perviven en muchas aldeas. «Estudié en el colegio público de Rande hasta que cumplí ocho años. En el colegio había chavales desde los cuatro a los 16 años. Nuestra profesora se llamaba doña Aurora y tenía que hacer frente a una clase unitaria en la que eramos casi cincuenta alumnos. Ella atendía a todos», rememora.

Su padre quiso que fuese un colegio mejor y a los 8 años le envío al Marcote de Vigo. Allí terminó la EGB. «Era una colegio bueno y mi padre quería que yo siguiese estudiando allí. Pero yo le convencí para que no siguiese gastando más cuartos y me matriculase en el instituto público».

Así que en la adolescencia Juanjo Comesaña empezó sus estudios en el instituto de A Xunqueira, en el edificio que hoy día se ha transformado en centro multiusos de Redondela. «Estuve allí tres años y fueron tres años perdidos. Le causé un gran disgusto a mi padre. Andaba siempre en mil movidas». Acababa de morir Franco y la ebullición política invitaba a la participación masiva de los jóvenes. «Se empezaban a legalizar los partidos y había muchas manifestaciones. Yo nunca pertenecí a ningún partido pero siempre apoyé la legalización del PCE o de la Asemblea do Povo Galego. Recogimos firmas para que los reconociesen». Y es que Juan José Comesaña proviene de una familia luchadora de izquierdas. Su padre era sindicalista en el sector naval. «Pero quien más me marcó fue mi abuela. Le llamaban Maruja La Brava, hija de María La Brava».

Como los estudios no le atraían demasiado, Juanjo Comesaña empezó a trabajar como ayudante de tornero en la empresa La Naval a los 17 años. En la factoría hubo huelgas y problemas y Comesaña se marchó y se fue a vivir a Vilatuxe (Lalín) donde estuvo trabajando en una fábrica de muebles. Pero como le pagaban poco lo dejó y se estableció por su cuenta creando un taller de carpintería en Rande. Luego tuvo una tienda de decoración en Chapela y más tarde volvió a montar otra empresa de carpintería.

En el año 1993 Comesaña comenzó a reunirse con otros vecinos de Cedeira y Trasmañó, promotores de la asociación para recuperar la antigua fábrica del alemán, testigo del aprovisionamiento a los nazis antes de la Segunda Guerra Mundial. La asociación cuenta con 172 miembros y ha logrado que las autoridades apoyen la creación del centro. «El museo es la ilusión de toda mi vida».

CIUDADANOS EN SU RINCÓN juan josé comesaña PResidente de la asociación cultural de rande