El Parlamento gallego respalda el indulto para David Reboredo

EFE VIGO

VIGO

Los cuatro grupos han apoyado que el Consejo de Ministros permita que el vigués salga de la cárcel

12 mar 2013 . Actualizado a las 21:37 h.

El Parlamento gallego se ha declarado hoy a favor de que el Consejo de Ministros conceda el indulto al joven vigués extoxicómano David Reboredo Torea.

La presidenta de la Cámara autonómica, Pilar Rojo, ha leído durante la celebración del pleno una declaración institucional en la que los diputados muestran su solidaridad con la situación de Reboredo, en prisión desde el pasado 5 de diciembre de 2012.

David Reboredo fue condenado en 2007 por vender una papelina de heroína, pero consiguió que le suspendiesen la sentencia a cambio de participar en un programa de desintoxicación y con el compromiso de no reincidir.

Sin embargo, sufrió una recidiva similar en 2009, por la que también fue castigado, con lo que finalmente acumuló dos sentencias que en total suman siete años de prisión.

En la declaración institucional, el Parlamento recuerda la trayectoria de Reboredo quien, «como tantos otros jóvenes gallegos cayó en la red de la droga, veinte años de oscuridad, dolor y desesperanza para él y su familia».

Totalmente desintoxicado y reinsertado

Los diputados sostienen que David Reboredo está totalmente desintoxicado y reinsertado en la sociedad desde hace más de tres años. «Está limpio y rehabilitado», como corroboran varias organizaciones con las que colabora, afirman los parlamentarios.

Desde su reinserción y hasta el ingreso en prisión, el joven colaboraba con un centro de ayuda a drogodependientes, en donde ponía su historia a disposición de otros jóvenes para que no cometiesen los errores que él cometió en su juventud, apunta la declaración.

El Parlamento afirma que Reboredo es un hombre «socialmente útil, un hombre implicado en la lucha contra las drogas y en la prevención de la dependencia».

Señalan, además, los diputados, que David Reboredo es una persona organizada, con una vida estable de pareja y unos padres ancianos que dependen de su ayuda.

«Se convirtió en los ojos y el apoyo de sus padre, Edmundo, octogenario e invidente, que percibe como la vida de su hijo vuelve a estar en la cuerda floja», indica la declaración que argumenta que si el objetivo de la pena de prisión es la reinserción social de David, se trata de algo que ya está «más que conseguido, por lo que el ingreso actual en prisión deja de tener significado y sentido».