Los vecinos piden que se vuelva a llamar Coruña, como toda la vida
29 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Toda la vida se llamó calle Coruña Segunda Travesía y hace unos años pasó a llamarse solo calle Coruña, sin más, como el resto del vial de As Travesas. Fue con motivo de la humanización de esta calle, hace tres años, cuando esta pequeña transversal pasó a denominarse Rúa Celso M. Piñeiro. Así reza todavía en la placa colocada en un extremo del vial con escudo oficial incluido.
A pesar del tiempo transcurrido, nadie se ha molestado en explicarle a los vecinos quién es ese señor que honra a su finca. Se especula, dicen, con que es el nombre de un directivo de la empresa que se encargó de humanizó la calle, extremo que nadie confirma.
Tal vez esa falta de información tenga mucho que ver con la actitud pasota de los residentes, que han decidido ignorar la nueva denominación y continuar con la de toda la vida. Pero lo curioso del caso es que no solo se han desentendido del nombre los vecinos, sino que nadie en la ciudad conoce el vial como tal. Policía Local, bomberos, carteros... ni siquiera el propio Concello sabe de ella, pese a haber colocado la placa, como demuestra que no figura en el callejero oficial.
«Más vale que no pase nada importante porque podría montarse un follón», comentan los vecinos. «Al principio puse ese nombre y no llegaba nada, entonces lo cambié por calle Coruña y ya no hubo problema, la cartera suele ser la misma y ahora ya sabe», explica Enrique González, quien hace tres meses trasladó a esta calle su prestigioso restaurante Cáscaras.
Luisa Souto lleva veinte años en la zona y corrobora que a ella nunca le llegó una carta con ese nombre: «Me parece que lo pusieron de broma, la gente está muy extrañada, plantaron la placa y no nos dieron más explicaciones».
A estas alturas todo son suposiciones, tal como da a entender Elena García, residente desde hace 32 años en la misteriosa calle: «Debe ser para el día de mañana, cuando urbanicen lo de A Seara, con eso que llevan tanto tiempo».
En cualquier caso, nadie en esta pequeña travesía quiere que se cambie el nombre y, por eso, creen que no tiene sentido mantener una placa que solo genera confusión, máxime con lo conocida que es la calle Coruña.