El Concello de Vigo da de manera irregular la licencia para poseer razas potencialmente violentas y su registro en un único acto administrativo
31 mar 2013 . Actualizado a las 15:52 h.American stadfforshire, pitbull, bullmastif, doberman, dogo argentino, dogo de Burdeos, dogo del Tibet, fila brasileiro, mastín napolitano, presa canario, presa mallorquín, rottweiller, bull terrier, tosa inu y akita inu. Estas son las razas de perros consideradas potencialmente peligrosas por la legislación vigente.
El riesgo potencial siempre es un asunto etéreo. Una cosa es el daño potencial que un perro pueda provocar y otra es que llegue a hacerlo. Como en algún lugar se tenía que trazar la línea, la legislación incluye aquellas razas que por sus características podrían provocar mayores daños, aunque cualquier otro perro con episodios de ataques a personas o a otros perros, que fueran adiestrados para defensa o que manifiesten una marcada agresividad natural o inducida entrarían automáticamente en la categoría legal de peligrosos.
Oficialmente existen censados en Vigo 700 perros de estas características, aunque su número real como mínimo duplicaría esa cifra. Lo cierto es que sin prejuzgar la agresividad de un perro, al que también debemos aplicar la presunción de inocencia, con un simple paseo por nuestras calles podemos comprobar que el obligatorio uso del bozal en los potencialmente peligrosos, es una excepción. Ni la amenaza de los 300 euros de sanción consiguen que se cumpla una medida de precaución que tiene bastante sentido común.
Ilegalidad manifiesta
Sus propietarios están cometiendo una ilegalidad al llevarlo por un espacio público sin bozal; un sencillo elemento que puede evitar sucesos tan lamentables como los conocidos días atrás, con un perro muerto y su propietaria herida al intentar salvarlo. Sucesos que son frecuentes, y en caso de ataques la cuantía de las multas se dispara.
Deberíamos conocer previamente, y estar dispuestos a asumir antes de tomar la decisión de incorporar un perro u otro a nuestras vidas, que cada raza tiene sus peculiaridades, sus necesidades y sus riesgos. De la misma forma que el propietario de un galgo debe saber que su perro necesita correr, el propietario de un pit bull debe saber que su perro tiene que llevar bozal en espacios públicos. Si el adoptante de un galgo no puede o no quiere permitirle correr, o si el propietario del pit bull no quiere ponerle bozal? mejor escojan otro tipo de perro, o casi mejor, no tengan perro.
Pero el asunto del bozal es solamente una de las obligaciones legales del propietario de un perro potencialmente peligroso, que se suma a la necesidad de ser mayor de edad, suscribir un seguro de responsabilidad civil por una cuantía asegurada superior a 125.000 euros y poseer la licencia y alta en el registro municipal, pero aquí empieza el problema. El Concello de Vigo realiza simultáneamente dos procedimientos, registro y licencia, que legalmente deberían estar separados. Un caos que en la práctica se traduce en que solo se puede tener una licencia por persona y perro, por lo tanto usted no podría pasear el perro de su hermano, porque usted no tiene perro, sino su hermano ¿y para poder pasearlo legalmente con licencia?... pues cómprese uno. Sería el equivalente a que no le permitieran sacar el carné de conducir si antes no compra un coche.
El Concello incumple
La legislación indica que la obtención de la licencia es un trámite previo a tener el perro, pero al unificar ambos procesos el Concello incumple la norma. Imaginemos que alguien denunciase esta situación y ganase el juicio. ¿Se imaginan que, de pronto, se declarasen ilegales todas las licencias de tenencia de perros peligrosos expedidas por el Concello? Pues algunos veterinarios de la ciudad llevan años advirtiéndolo.
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