Denuncia que una veintena de jóvenes arrasó la tienda de campaña en la que pretendía hacer noche, la abofetearon, rompieron sus pancartas y la insultaron a ella y a sus tres acompañantes
28 feb 2014 . Actualizado a las 16:37 h.Una venezolana que lleva seis años residiendo en España inició ayer una huelga de hambre ante el consulado de su país en Vigo para llamar la atención sobre la represión que sufren los opositores al régimen de Nicolás Maduro que está ocasionando heridos y muertos. Pasadas las diez de la noche, Ysabel Cristina Reno Marcano denunció que acaba de sufrir un ataque de una veintena de jóvenes. Según su versión, arrasaron la tienda de campaña en la que pretendía hacer noche, la abofetearon, rompieron sus pancartas y la insultaron a ella y a sus tres acompañantes. Ayer la huelguista aseguró a La Voz que la presunta agresión fue cometida por jóvenes que salían de un acto en el consulado de Venezuela.
Ysabel Cristina no ha cambiado sus planes. Tiene previsto permanecer día y noche en la acera junto al edificio diplomático hasta que las autoridades españolas no condenen el uso de la violencia por parte de grupos armados por el ejecutivo chavista. Ayer denunció el ataque a la Policía Local.
Esta mujer recibió numerosas muestras de apoyo de compatriotas suyos que residen en la ciudad y de numerosos vigueses, a quienes les llamó la atención la bandera de Venezuela y la pancarta que ha colocado en la calle y en la que puede leerse «Venezuela no te rindas, Galicia está contigo», que ayer fue destrozada.
Ysabel Cristina manifestó comenzar la huelga «con mucho optimismo y fuerza mental» y animó a más venezolanos a que durante estos días se concentren ante las oficinas del cuerpo consular y que también se sumen a la huelga de hambre. En Vigo y su área residen alrededor de 2.000 venezolanos.
Esta mujer afirma que no pertenece a ningún grupo político y lo que le motiva es ver tantas imágenes de venezolanos muertos en las manifestaciones. Precisamente un amigo suyo, Alejandro Márquez, falleció recientemente tras recibir un golpe en la cabeza.