La parejase impuso en el campeonato de España en sus respectivas categorías
16 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El tudense Gustavo Rodríguez y su pareja, la lucense Aída Valiño, se impusieron el sábado en sus respectivas categorías en el Campeonato de España de triatlón. Es, apunta él, «la guinda» a una temporada en que las victorias protagonizadas por ambos en las mismas pruebas se han sucedido. Hasta en tres «importantes» y otras cinco, calculan, en pruebas de menor relevancia. Han perdido la cuenta, sin embargo esta vez es resultó más complejo que en el resto.
«Fue una carrera dura. Yo llegaba con mucha acumulación de las últimas semanas y lo noté», admite. Estuvo en el grupo esperado en natación y también a dos ruedas, pero solo en la primera parte. «Luego me fallaron las fuerzas en la bici, que es mi sector bueno y en el que estoy malacostumbrado a sentenciar», explica el exciclista profesional. En este campeonato, en cambio, se le «acabó la gasolina» en el último tramo y empezó la carrera en el segundo lugar. «En la última vuelta a pie me encontré mejor y pude remontar. Hasta que crucé la meta no tenía la certeza de que iba a conseguirlo. La prueba se decantó hacia mí en el último momento», destaca.
Rodríguez llevaba un par de años intentando alcanzar un título que estaba marcado entre sus grandes objetivos. «Es una recompensa al trabajo, porque lo había intentado varios años y siempre pasaba algo que me lo impedía. Se había resistido con varios segundos puestos».
La felicidad de Gustavo fue redonda cuando vio a su pareja, Aída Valiño, cruzar la meta en primer lugar entre las triatletas. «Estaba esperando para recibirla con el segundo puesto y al verla llegar de primera fue una emoción que no se puede explicar con palabras», describe.
La joven llegó a la competición en un gran momento de forma, pero el jueves empezó a sentirse mal como consecuencia de un virus del que no estaba plenamente recuperada para el campeonato. «La esperaba en la meta para abrazarla, pero nada más llegar se cayó al suelo y hubo que darle agua y dejarla respirar. La pobre lo pasó muy mal».
«Por lo menos, él ya ganó»
La propia Valiño lo confirma. «Me vine abajo cuando me empecé a encontrar mal los días antes, porque este título era el objetivo desde principio de temporada», dice. Por eso no se planteó renunciar a competir, pero la idea de abandonar sí rondó su cabeza durante el transcurso de la competición. «Tenía que intentarlo, pero hubo momentos en que no sabía si tenía piernas. Traté de recuperarme dentro de lo posible en los puntos de avituallamiento, porque en la bici no era capaz de comer absolutamente nada», recuerda.
No era la primera vez que competía sin encontrarse en condiciones óptimas, pero esta la recordará como una de sus pruebas «más duras». «Es la que más me ha costado», asegura. Al final, sin embargo, sacó fuerzas. «Saber que Gustavo había sido campeón me animó. Me dije: 'Por lo menos, él ya ganó' ». Al final, la lucense consiguió que la fiesta fuera completa con una doble victoria más.