El instituto que forman el Chuvi y la Universidad duplica sus grupos, que ya son 39, y se organiza en siete áreas de trabajo
09 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El Instituto de Investigación Biomédica de Vigo lleva años haciendo una labor constante pero silenciosa. Ahora, esta entidad que suma a la sanidad pública y la Universidad de Vigo ha decidido darse a conocer. Captar investigadores, abrir líneas, conseguir financiación. Expandirse. El pistoletazo de salida a esta nueva fase lo marca un hecho clave: ha logrado captar a medio millar de investigadores.
El nuevo director científico del IBI, el pediatra José Ramón Fernández Lorenzo, se marcó el objetivo de reclutar masa crítica. Para ello, hizo una convocatoria de grupos el 15 de julio. Se ofreció a los trabajadores de los hospitales y centros de salud y a también a los de la Universidad sumarse al instituto. No estaba restringido al campo sanitario. De hecho, hay gente experta en derecho o en economía. La idea es que cada profesional sigue manteniendo su estatus laboral, pero el IBI hace una labor de coordinación de la investigación biomédica, define líneas de trabajo, apoya a los investigadores, fomenta las publicaciones y los doctorados y marca unas normas.
El resultado es que se apuntaron 494 profesionales, entre personal del Sergas y de la Universidad, además de la veintena de profesionales directamente vinculados al IBI. En total, son el doble de los que había.
Se duplicaron también los grupos de investigación. El tamaño es variable, pero cuantos más grupos haya, existe la posibilidad de trabajar en más líneas. Se incorporó por primera vez a gente de Pontevedra y Ourense, con tres y dos grupos respectivamente. El IBI antes incorporaba la uve de Vigo al final de su nombre, pero el Sergas decidió ampliarlo a todo el sur de Galicia, y se sigue coordinando desde Vigo, con el hospital y el campus de mayor volumen.
Se identificaron las grandes áreas, se fusionaron equipos y también se repartió personal de laboratorio entre varios. Después de todo ese complejo proceso, el Instituto ya tiene un nuevo cuerpo. Lo configuran siete áreas de trabajo que contienen 39 grupos de investigación (antes había 22) y una secretaría técnica. De ellos, 27 tienen la categoría de grupos consolidados, una figura regulada por el Instituto Carlos III que permite optar a determinadas ayudas de investigación y que se alcanza por el factor de impacto de las publicaciones y la trayectoria. Otros tres grupos son emergentes -el segundo escalafón- y nueve más son asociados -en fase inicial-.
El consello rector del Instituto, que preside la conselleira de Sanidade y vicepreside el rector de la Universidad, aprobó a finales de octubre la nueva hoja de ruta. Ahora, el director tendrá que nombrar a los responsables de área. Son siete (en detalle, en el gráfico), a las que se suma un grupo transversal, de radiología:
Neurociencia y enfermedades psiquiátricas. Suma 52 investigadores y 4 grupos (todos consolidados). Investigan los trastornos mentales y las dolencias neurodegenerativas, así como las patologías neurológicas y neuromusculares.
Enfermedades inflamatorias, infecciosas e inmunitarias. Es el área más grande, con 90 investigadores y 8 grupos. Hay desde trabajos sobre el VIH y otras infecciones, hasta enfermedades autoinmunes y dermatológicas.
Metabolismo, nutrición, enfermedades raras y genéticas. Son 67 investigadores en 4 grupos. Abarca el estudio neonatal y pediátrico, las enfermedades endocrinológicas y metabólicas y la nutrición.
Nuevas tecnologías, biomateriales e ingeniería de tejidos. Con gran presencia de la Universidad, son 90 investigadores en 7 grupos, todos consolidados. Como la biomedicina es un campo muy amplio, abarca estudios sobre nuevos materiales, nanotecnología, desarrollo de fármacos nuevos y otros.
Enfermedades de grandes sistemas, envejecimiento y medicina regenerativa. Son 51 investigadores en 4 grupos. Se centran en la cardiología, la neumología y el envejecimiento.
Cáncer. No existía un área oncológica definida. Son 68 investigadores en 6 grupos, todos consolidados. Abarcan muchos ámbitos del cáncer, desde genética hasta biología molecular, nanotecnología o biomarcadores.
Eficiencia y calidad en servicios, seguridad del paciente y economía de la salud. Con 64 investigadores y 5 grupos, es un área de objetivos amplios, que abarcan a la atención primaria, pero también estudios de derecho de la salud, calidad de vida, actividad física o economía.