
La triatleta espera volver a competir en mayo tras el atropello que sufrió
11 mar 2015 . Actualizado a las 10:37 h.Aída Valiño está de vuelta. Casi nueve meses después del atropello que sufrió cuando circulaba en bicicleta en Oia, la campeona de España de triatlón de media distancia recupera poco a poco su vida. Y, aunque llegó a tener dudas, hoy está convencida de que volverá a estar al nivel que exhibía antes de un accidente que le costó una larga y dura convalecencia y varias intervenciones. Hoy, aquello empieza a quedar cada vez más lejos.
«Después de momentos difíciles, me encuentro bien, con ganas. Incluso acabo de hacer mi mejor entreno de natación desde el accidente, así que estoy contentísima», proclama la joven, de 27 años. Pese a todo, ve que le falta para alcanzar su máximo, si bien reconoce que no es objetiva. «Me exijo mucho. Solo me vienen a la cabeza los momentos en los que estaba a tope: cuando hacía las series a buen ritmo, estaba en bici mejor que nunca y nadando bien. No pienso en los que me llevaron a estar fuerte», señala. Porque lo que quiere es volver a ese punto, «o mejor». No se conforma con menos.
Hasta llegar al momento actual, ha vivido un proceso complicado. Primero fue una convalecencia que le privó de su gran pasión. «Coincidió en verano, el momento de los objetivos que había preparado. Que lleguen esas fechas y no puedas es duro. Pensaba: ??Tenía que estar ahí. Me había esforzado para esto??», relata. Luego empezó a dar pequeños pasos que desembocarán pronto en su plena recuperación.
Valiño tuvo fases en las que se planteó decir basta. «Hubo momentos en los que decía: ?No mejoro, no puedo más?. Me surgían dudas, aunque no en el sentido de dejar el deporte, porque si de algo no soy capaz es de eso», expone. Ahora sí se ve capacitada, aunque no se marca plazos. «No tengo ninguna carrera concreta como objetivo para volver, pero sí unas cuantas que me gustaría hacer, hacia mayo», anuncia.
Entre las secuelas que arrastra están la fatiga y algunos dolores localizados. «Depende de lo días. Si me paso entrenando, me molesta todo. Luego está el dolor en el costado, pero al haber estado tanto tiempo parada es normal», dice. Y le quita hierro al asunto porque, destaca, los deportistas están «acostumbrados al dolor». Tampoco obvia el factor psicológico. «Siento miedo y veo cosas donde no las hay, pero tengo que luchar por seguir ahí». La primera vez que volvió a subirse a la bici, recuerda, no sabía dónde colocarse. «No me quería pegar a rueda, pensaba en qué pasaría si el compañero de delante se caía... Voy atenta a todo».
Enfermera por las mañanas
El recuperar su vida incluye para Valiño sus estudios de Enfermería, a cuyas prácticas dedica ahora las mañanas -«al mediodía nado, dos tardes tengo clase y el resto entreno; a veces la cabeza no sabe hacia dónde ir», bromea-. «Creo que como enferma no era mala, no me quejaba mucho (risas), pero valoro más este trabajo después de haberme visto sin poder siquiera comer sola», reflexiona.
Cuenta la triatleta que a veces parece que conviven en ella «dos personas diferentes». «Hay días que estoy de bajón y me cuesta», admite. Pero gracias al «increíble apoyo» que recibe día a día por parte de su entorno, la Aída optimista, la que sabe que va a ser capaz aprobar los exámenes que no pudo hacer el año pasado y que muy pronto va a estar en condiciones de subir al podio de nuevo, siempre se acaba imponiendo.