Povisa se moviliza para atraer a dos mil pacientes más del Cunqueiro

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Difunde encuestas que aseguran que el 95 % de los usuarios están satisfechos

13 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo mes, Povisa se la juega. En noviembre estará abierto el plazo para que los ciudadanos del área de Vigo elijan hospital. Todavía no está claro qué fórmula escogerá el Sergas, a quién ofrecerá el cambio ni cuál será su papel. Pero el hospital del Grupo Nosa Terra ya ha empezado a moverse con la intención de captar más usuarios y llegar a los 139.000 pacientes de máximo que le permite el concierto que mantiene con el Servizo Galego de Saúde, dos mil más de los que tiene ahora.

Cada paciente es dinero. 540 euros por cabeza. El Sergas paga siempre lo mismo a Povisa, independientemente de cuánto use sus servicios cada usuario. El hospital tiene el problema de que en el 2015, el primer año completo con el nuevo concierto en vigor -empezó en septiembre del 2014-, el hospital privado registró pérdidas por 3,9 millones de euros. Y como cada tarjeta asignada es dinero, Povisa ya ha empezado a moverse para atraer a pacientes asignados al Hospital Álvaro Cunqueiro.

Por eso, el hospital difundió ayer que sus pacientes están satisfechos con el servicio que reciben. El 95 % de los encuestados dicen que están satisfechos con el hospital, según comunicó la propia empresa. Además de las encuestas, el centro sanitario ha comenzado una campaña publicitaria para difundir su preocupación por los pacientes. También está reformando el área de urgencias, que a lo largo de los años se ha puesto como el envés de las urgencias del viejo Hospital Xeral, donde a la mínima epidemia de gripe los pasillos se colapsaban de pacientes en camas. Asimismo, acaba de estrenar hospital de día y está modificando la entrada principal de la calle Salamanca.

Actualmente, el hospital tiene 137.000 usuarios asignados. Esto supone unos ingresos de 74 millones de euros anuales, a los que se suman programas de farmacia y también los llamados servicios de referencia, que son los que presta a los pacientes que no están en su cupo: por ejemplo, todos los ciudadanos de Vigo acuden a Povisa si quieren una cita con el cirujano maxilofacial, aunque ese no sea su hospital. El Sergas lo paga aparte.

El concierto con el Sergas permite un tope de 139.000 pacientes, que supondrían otro millón de euros anual. Aunque el límite existe sobre el papel, al hospital privado le gustaría que se aceptasen todas las solicitudes de cambio que se presentasen. El año pasado, un total de 6.685 personas adscritas al Chuvi solicitaron cambiarse a Povisa. El Hospital Álvaro Cunqueiro estaba recién abierto y el proceso de puesta en marcha había sido traumático. El Sergas lo cortó y solo permitió el cambio a 3.600, aproximadamente la mitad.

Pero todavía es una incógnita qué papel adoptará el Sergas en todo este proceso. El año pasado, con el Cunqueiro recién abierto y una manifestación con más de cien mil personas en la ciudad, el Sergas optó por el silencio. Ni siquiera difundió entre la población que tenía la posibilidad cambiarse de hospital. Ahora queda medio mes para que el plazo vuelva a abrirse y el Sergas tampoco ha hecho campaña. Ni siquiera tiene una instrucción para regular todo el proceso.

El año pasado hizo esa normativa, pero luego se la saltó. La posibilidad de cambiar de hospital estaba abierta solo a pacientes de centros de salud que tradicionalmente habían pertenecido a Povisa: Coruxo, López Mora, Beiramar, Navia y las comarcas de O Morrazo y O Val Miñor. Después, se vio tan desbordado de peticiones que también aceptó cambios entre la población asignada a los ambulatorios Pintor Colmeiro y Nicolás Peña. El Sergas fijó un criterio sobre la marcha: en aquellos centros de salud donde más del 4 % de los pacientes hubieran pedido el cambio, se permitía; en el resto, no.

Todos los ingresados podrán expresar su opinión sobre la calidad del hospital

Las encuestas a los pacientes de Povisa empezaron a hacerse en julio del 2015, impuestas por el Sergas y por la Joint Comission, una entidad internacional que ha certificado la calidad del hospital. Son voluntarias. Empezaron en las consultas externas de la calle Gran Vía, donde solo se atiende a pacientes del Sergas. Desde entonces, el hospital privado ha ido incorporando las consultas a otras áreas, como la cirugía ambulatoria y las urgencias. Ahora, va a dar un paso más para llegar a prácticamente todos los pacientes que atiende: desde el 1 de noviembre ofrecerá la posibilidad de cubrir las encuestas a las personas que están hospitalizadas.

De este modo, Povisa dispondrá de un potente retrato de la percepción que los pacientes tienen del hospital. Cuando comenzaron las encuestas, la dirección del centro sanitaria explicaba que cada día hay 2.500 consultas externas, 470 ingresados, 300 urgencias y 75 pacientes en cirugía ambulatoria.

Una de las líneas estratégicas del hospital, pactadas para obtener el certificado de la Joint Comission, es medir la calidad que los pacientes perciben y, con ello, establecer acciones de mejora. Desde que empezaron, se han completado más de 11.000 encuestas y se han recibido más de 3.000 comentarios. Habitualmente se traducen en cambios: el hospital reconoce que ahora está tratando de ajustar más el horario de cita con el de atención, algo que suele preocupar a los pacientes. También se mejoró la comodidad de algunas salas de espera y se pusieron puertas mecánicas en la calle Barcelona.