La relación de yacimientos de Cangas ha pasado de 54 a 90 con el descubrimiento de 33 nuevos petroglifos, la primera mámoa de la que se tienen noticias y restos de la época romana. El arqueólogo que los descubrió es Alexandre Paz Camaño, titular de la empresa Betilo, Arqueoloxía e outras Historias, a la que el Concello contrató el pasado año la revisión y actualización del catálogo.
Paz había enviado meses atrás la memoria informativa a Patrimonio y al Concello, que a su vez fue remitida al equipo redactor del Plan Xeral. Ayer presentó el catálogo en el registro de entrada tras intentar durante las dos últimas semanas contactar, sin éxito, con la responsable de Cultura para entregárselo en mano.
El trabajo incluye una ficha de cada yacimiento en la que figura su situación, planos, fotos, una pequeña descripción y el grado de protección. De los nuevos descubrimientos, el más llamativo es la mámoa de Fontedola, que Paz encontró en Chan de Herbello, en medio de un eucaliptal y próxima a varios petroglifos desconocidos. Es la primera que se conoce en Cangas. Es una construcción de hace unos cinco mil años, del tipo de cámara de corredor (como la de Chan de Arquiña) a la que le falta la tapa y un 40% de la cámara. Alexandre Paz la detectó porque sobresalen varias de las piedras que forman la cámara. Está convencido de que se encontrarán grabados en su interior.
El arqueólogo también destaca el petroglifo de Gorgullón, en O Piñeiro de Darbo. Lo descubrió cuando realizaba unos trabajos de recuperación de un viejo lavadero próximo por encargo de la comunidad de montes. Tiene grabadas hojas de espadas en las que se pueden ver los agujeros para el mango. En otra de las escenas se ven las típicas cazoletas dispuestas de manera que pasa por ellas el agua del regato que alimenta el lavadero. Paz resalta el de Liméns por la perfección de los círculos grabados.
Además de los yacimientos, incluye en el catálogo hallazgos de distintas épocas, entre ellos, el sarcófago que se puede ver en el llamado Bosque Encantado haciendo las veces de banco, frente al castillito que mandaron construir los condes de Aldán el siglo pasado.