






















Era el último representante gallego en los circuitos internacionales de velocidad y a pesar de sus 27 años era todo un veterano
20 jul 2015 . Actualizado a las 17:32 h.El deporte gallego vivió ayer una tragedia con el fallecimiento de Dani Rivas cuando disputaba una carrera del campeonato americano de Superbikes en el circuito de Laguna Seca.
El piloto de Moaña era el último representante gallego en los circuitos internacionales de velocidad y a pesar de sus 27 años cumplidos en el mes de marzo era ya un veterano tras comenzar despuntando en 2008 cuando se proclamó subcampeón de Europa de Velocidad Supersport Junior.
Dani era un piloto muy querido en el paddock de los circuitos de velocidad donde pasó por muchos equipos tras haber corrido en las especialidades de Supersport, Superbikes, Resistencia y Moto2, donde en 2010 llegó a liderar el campeonato de España.
Oportunidad única
El piloto de Moaña contaba hace apenas quince días en los micrófonos de Radio Voz la ilusión que le hacía disputar las pruebas de Laguna Seca e Indianápolis, del AMA, el campeonato americano del que han salido tantas estrellas del motociclismo mundial. Para él era una oportunidad única, después de competir en los circuitos europeos, de conocer trazados míticos como Indianápolis, la meca de la velocidad americana o Laguna Seca con su mítico sacacorchos donde se han escrito páginas brillantes del motociclismo mundial.
Piloto entregado a su profesión, dedicado en cuerpo y alma a la competición, Dani era un deportista que entrenaba muy duramente por las montañas del Morrazo, en largas sesiones de mountain bike, motocross o dirt track, que era otra de las especialidades en las que destacaba.
Esta temporada debía participar en el campeonato británico de Superbikes, pero problemas en su equipo le impidieron cumplir ese objetivo, así que fue repescado por BMW para disputar el Campeonato de España. El 5 de julio disputó su última carrera en el circuito de Motorland Aragón, donde terminó segundo.
Muy cerca de ese sacacorchos de Laguna Seca, que tanto le gustaba se apagó la estrella de Dani Rivas, de forma trágica, lo mismo que sucedió antes con los grandes pilotos gallegos de esta especialidad, Juan López mella y José Maria Martín Vázquez, fallecidos en trágicos accidentes, aunque lejos de los circuitos, o con su gran amigo Néstor Jorge, el piloto canario que también falleció tras una larga enfermedad después de sufrir otro accidente en competición.
Hoy el motociclismo gallego llora a uno de sus ídolos.