Cárcel e inhabilitación para el médico de la gimnasta que perdió una pierna

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Xoán Carlos Gil

El juzgado de Vigo condena a dos años de prisión y cuatro sin ejercer al traumatólogo que hizo la operación, y dicta una indemnización de 2,1 millones

17 mar 2017 . Actualizado a las 18:24 h.

El traumatólogo Pedro Larrauri, que atendió a la gimnasta Desirée Vila, ha sido condenado a dos años de prisión y cuatro de inhabilitación. La gimnasta sufrió una grave caída cuando estaba entrenando y la lesión se complicó y acabaron amputándole una pierna. La sentencia fue dictada por el juzgado de lo Penal número 3 de Vigo, informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

El juzgado consideró al médico responsable de un delito de lesiones por imprudencia grave con pérdida de miembro principal y grave deformidad y lo condena a indemnizar a la joven Desirée Vila en 2.154.684 euros. Para la indemnización se han tenido en cuenta perjuicios estéticos y morales, secuelas, días de baja de la paciente, intervenciones quirúrgicas y la capitalización de sendas prótesis, una de ellas deportiva.

Además, el condenado tendrá que pagar los gastos previsibles de asistencia, por incremento de costes de movilidad en las cantidades que se determinen en ejecución de sentencia, que es recurrible.

Las indemnizaciones las tienen que pagar de forma conjunta y solidaria el traumatólogo, la Agrupación Mutual de Empresas (AMA), que es un seguro que ampara a los médicos, y Mapfre Seguros, y, subsidiariamente, el Centro Médico El Castro Vigo, donde trabajaba el doctor Larrauri.

El fallo concluye que la imprudencia grave en la que incurrió el traumatólogo «se configura no por un único acto u omisión médica aislados, sino por el conjunto de las omisiones habidas del deber de cuidado» de la paciente.

La juez asegura en la sentencia que en la actuación del médico hubo la «despreocupación más absoluta y clamorosa por la suerte que pudiera correr su paciente».

Se refiere a que, estando «constatada y objetivada» una lesión vascular en la pierna lesionada, el médico no decidió su traslado inmediato para que la interviniera otro especialista, sino que esperó más de quince horas tras conocer los resultados de la prueba en la que se detectó a la paciente una obstrucción de la arteria poplítea. La sentencia dice que obvió «la urgencia del cuadro clínico» de la chica e incrementó los plazos para su «adecuado tratamiento, en términos que comprometían la viabilidad de la extremidad», y que dicho retraso «influyó causalmente» en que se la tuvieran que acabar amputando.

La paciente, que ahora tiene dieciocho años de edad y reside en el Reino Unido, superó seis meses de tratamiento psiquiátrico tras la amputación y vivió un «cambio enorme» en su vida, que, sin embargo, no hizo que perdiese su pasión por el deporte, ya que, aunque no podrá volver a practicar la gimnasia acrobática como antes, modalidad que desarrollaba en el Club Flic Flac de Vigo, está aprendiendo a correr con su prótesis.

El abogado del médico considera que la sentencia es un despropósito y ha anunciado que la van a recurrir ante la Audiencia Provincial de Pontevedra. El letrado pone de relieve que la joven también fue atendida por otros facultativos.

«No queremos que vaya a la cárcel, el médico no es un delincuente», dice la familia

Los padres de la joven acogieron ayer con satisfacción el fallo judicial y anunciaron que no recurrirán la sentencia. La chica recibió la noticia en Inglaterra donde está estudiando Turismo en al Universidad de Canterbury. «La hemos llamado por teléfono y se ha mostrado contenta pero lo que más le preocupa en este momento es sacar adelante los exámenes que tiene estos días», manifestó la madre, María Jesús Bargiela. Explicó que en estos momento «se está centrando en los estudios a tope».

La joven dispone actualmente de dos prótesis, una para hacer vida diaria y otra para poder practicar deportes. Para ello necesitará mucha rehabilitación y «un entrenador adecuado», según manifestó su madre.

Víctor Vila, el padre de la joven, señaló que les parece una buena sentencia: «No la esperábamos, aunque estábamos luchando por ella».

El abogado de la familia, Alfonso Iglesias, señaló que la sentencia está «bien fundamentada» y asegura que «no es fácil revocarla» pero entiende que el facultativo la recurra.

En un principio la familia había solicitado para el médico tres años de cárcel pero ante la condena a dos años se ha confirmado. El padre de la joven manifestó al respecto: «No queremos que ingrese en prisión porque no es un delincuente».

El problema judicial situó al centro médico El Castro al borde de la quiebra y de hecho tuvo que acogerse a la declaración de preconcurso de acreedores, ya que la indemnización que tiene que pagar es muy elevada. El centro se ha salvado del cierre gracias a la reciente compra por el grupo hospitalario HM.