El Britannia y el Silver Spirit trajeron tres mil pasajeros a Vigo. Los agentes no confiscaron la mercancía a los vendedores ambulantes
08 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Diez de la mañana en la zona portuaria de A Laxe. Decenas de inmigrantes venden bolsos, gafas, gorros, colonias y otros productos que llaman la atención de los algunos de los cruceristas que han desembarcado del Britannia. De pronto, aparece una patrulla de la Policía Local de Vigo que ordena a los vendedores ambulantes levantar todos los puestos. Respiran tranquilos, aunque con gesto contrariado. Esta vez no van a correr alarmados, sino que se pueden ir caminando con el saco de la mercancía a la espalda.
Vuelven los grandes trasatlánticos con regularidad y vuelve la ofensiva policial contra el top manta. No es la primera vez que las asociaciones de comerciantes, sobre todo las del centro de la ciudad, se quejan de la «competencia desleal» que suponen los puestos improvisados en los paseos portuarios con marcas falsificadas.
Ayer no fue casual una escena que había desaparecido por completo durante la emergencia sanitaria. El regreso al muelle de la Estación Marítima del Britannia, un clásico en los tiempos prepandemia, trajo a unos 2.400 pasajeros. El más modesto Silver Spirit, en lo que fue una nueva doble escala, dejó otros 700 turistas. El día anterior había atracado otro coloso y habitual de la ciudad, el Ventura, con más de 1.800 cruceristas. El próximo domingo llegará el Celebrity Silhouette. Este tipo de tráficos se está recuperando con fuerza, pese a que la capacidad de los buques sea mayor y de momento las navieras se impongan unos aforos más reducidos. De aquí a final de año están previstas quince escalas más de trasatlánticos.
La Autoridad Portuaria de Vigo sigue aplicando un protocolo anticovid específico en la terminal para garantizar la seguridad. Muchos pasajeros optan por realizar las excursiones que se les ofrecen durante la estancia en Vigo. Santiago es un destino habitual, más con el Año Santo.