Un policía que se mantiene en el anonimato pinta los baches de Vigo para denunciar su peligrosidad

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

Alerta del riesgo y afea la falta de mantenimiento de las vías públicas

21 abr 2024 . Actualizado a las 01:08 h.

Circular por determinadas vías de la ciudad puede suponer un peligro por el mal estado en el que se encuentran. Un agujero en el asfalto puede estar meses antes de que el Concello lo repare. Para alertar de esta situación, un policía local de Vigo ha vuelto a la carga señalando de manera anónima algunos de los baches más peligrosos. Rodeados por una pintura llamativa, por una parte denuncia el mal estado en el que se encuentran las carreteras y, por otro, alerta a los usuarios del riesgo al que se exponen si no tienen cuidado al pasar. Por ejemplo, en la avenida de Clara Campoamor está señalado un profundo agujero marcado de color naranja. Se encuentra en un tramo que está en muy mal estado en la parte de la derecha en dirección al hospital Álvaro Cunqueiro. Miles de personas utilizan a diario esta carretera para ir al hospital, al parque tecnológico, el campus universitario o hacia Gondomar. La señal lleva varios meses advirtiendo del peligro a los conductores y aún sigue pendiente el arreglo de la carretera. Recientemente, aparecieron otras marcas rodeando varios baches en la subida de la calle Isaac Peral hacia la Travesía de Vigo. El estado de la carretera ha empeorado tanto este invierno, que ya supone un riesgo para los usuarios, sobre todo para las personas que van en moto. También hay zonas peatonales que tienen estas marcas para advertir del peligro a los viandantes. En la calle Rosalía de Castro hay una parte de la acera que tiene las baldosas rotas. Lleva tiempo en mal estado y supone un riesgo de caída, sobre todo para gente mayor que ha perdido agilidad y que pueden perder fácilmente el equilibro e irse contra el suelo. En otras ocasiones, la lluvia ha terminado por borrar estas marcas. Los usuarios demandan al Ayuntamiento el arreglo de todas estas imperfecciones con las que se encuentran cada día en la carretera. Hay tramos que parecen completamente olvidados por las administraciones, como los accesos a la autovía A-55 o a la AP 9, que presentan grandes socavones que pueden ocasionar desperfectos en los vehículos. A veces no está claro quién es la administración competentes para arreglar estos tramos.

M.Moralejo

Una iniciativa para alertar del riesgo de accidentes, sobre todo de motoristas

 

 

La iniciativa del agente de marcar con pintura los baches es evitar accidentes, especialmente de los motoristas, que son los más vulnerables en las carreteras y los que están más expuestos a sufrir caídas tras atravesar un bache. Hay socavones que tienen una profundidad de más de cinco centímetros, que constituyen verdaderas trampas para quienes viajan en motocicletas.

Esta situación se agrava en el rural, que se ve muy afectado por la falta de un mantenimiento adecuado de las carreteras, situación que ha provocado las críticas de los vecinos que las padecen a diario. Residentes de la parroquia viguesa de Valladares llevan meses protestando por los baches que hay en sus carreteras, sin que ninguna administración haya hecho nada, por el momento, para arreglarlos. En concreto, vecinos de la zona de As Barrocas, en Valladares, han lamentado que, tras seis meses de reclamaciones, no se hayan llevado a cabo los trabajos necesarios para poner fin a esta situación. Denuncian que se les han pinchado las ruedas de sus coches e ironizan diciendo que lo único que les queda es «plantar un árbol en los baches». Pese a tratarse de una vía rural de la parroquia, son muchos los que cada día tienen que circular por ella, lo que genera malestar entre la población de la parroquia viguesa.

También en Beade se han producido quejas por el mal estado del firme. Concretamente, denunciaron el mal estado de la carretera de acceso al instituto de secundaria, con múltiples socavones, según se hizo eco el edil popular Fernando González Abeijón esta semana para reclamar una solución al Ayuntamiento.

Oscar Vázquez