¡Salvemos los vencejos!

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO CIUDAD

Billy Lindblom

El hogar que tienen en el muro de la calle Poboadores en Vigo corre peligro por una obra que debería demorarse hasta finalizar su cría

29 abr 2024 . Actualizado a las 22:55 h.

Hace justamente diez años, comentábamos que la palabra jirriar no existe en el diccionario, y debería. Jirriar es como se conoce popularmente el canto de los vencejos (cirrios o Apus apus). Saludábamos entonces que, como cada primavera y cada vez un poco antes por efecto de la emergencia climática, ya se escuchaba sobre los cielos de Vigo el jirriar de los vencejos. Estos días está sucediendo otra vez, pues los primeros valientes acaban de llegar a la ciudad tras recorrer nada menos que 9.000 kilómetros desde el África subsahariana para llegar a Vigo y empezar su período de reproducción, que culminará, si todo va bien, a principios de otoño. Será entonces cuando emprenderán el viaje de vuelta acompañados de sus crías para pasar en Uganda, Kenia y Tanzania el otoño e invierno.

Muro, bajo el Paseo de Alfonso XIII, donde anidan y será reformado.
Muro, bajo el Paseo de Alfonso XIII, donde anidan y será reformado.

 Estos meses, que permanecerán en Vigo, pasarán la mayor parte del tiempo en vuelo (apenas se posan unos minutos al día); lo que incluye comer, dormir, beber e incluso emparejarse en pleno vuelo. Entre tanto nos harán el favor de comerse unos 40.000 insectos al día volando a 90 kilómetros por hora. Todo esto sucederá, como les decíamos, si todo va bien, pero aquí llega el problema: que algo no va bien. Una de sus principales colonias de cría en Vigo está a punto de desaparecer. Cuando hablamos de especies protegidas o en situación vulnerable, como es el caso de los vencejos, tenemos como norma ser genéricos a la hora de decir donde se encuentran y nunca especificar su ubicación exacta.

 Por experiencia sabemos que a veces la mala fe, e incluso la simple curiosidad, puede suponer un riesgo para estas especies si se divulgan datos concretos de la ubicación por ejemplo de sus nidos. Pero en este caso tenemos que hacer una excepción ante el riesgo de que una obra municipal ponga el peligro la supervivencia de una colonia de vecenjos justamente cuando empieza su período de cría. Nos referimos concretamente al mirador del paseo de Alfonso XII, y de forma específica al muro de la calle Poboadores, bajo el voladizo que sustenta dicho paseo. En ese muro hace muchos años que, discretamente, se fue instalando una colonia de vencejos que se alimentaba principalmente de los insectos que existían en la que era la ya arrasada zona verde y huertas del Barrio do Cura. 

El caso es que, como sabrán, las obras del mirador del paseo de Alfonso llevan muchos años anunciadas pero nunca se iniciaron. Tantos años como lleva el mirador con vallas de protección. El caso es que tras todos esos años con la obra sin realizar, hace unos días el Concello anunciaba que de forma inminente se procedería al inicio de las mismas. Lamentablemente, justo en el momento en que está a punto de empezar la época de cría de los vencejos recién llegados. Al tratarse de una especie protegida, la ley que las ampara incluye también que no se pueden alterar o destruir sus hábitats y no realizar obras que puedan afectarlas justamente en su época de cría, por lo que desde la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) solicitarán al Concello de Vigo que no comience la obra del paseo de Alfonso hasta que las crías de vencejos sean adultas y abandonen el nido, petición a la que nos sumamos y extendemos al Seprona de la Guardia Civil. 

Consideramos que tras tantos años con la obra sin empezar, no supone ningún problema retrasarla unos pocos meses y garantizar con ello la supervivencia de los vencejos este año y que el diseño de la obra incluya no tapar los huecos o crear espacios que faciliten que puedan volver a criar en el futuro. Esperemos que el Concello escuche (y estos días procuremos no ir a molestarles).