Las villas romanas se extienden por todo el litoral de Vigo

j. miguel gonzález fernández

VIGO CIUDAD

La villa de Toralla tiene centro de interpretación.
La villa de Toralla tiene centro de interpretación. XOAN CARLOS GIL

Eran centros que, en parte, estaban dedicados a la salazón y dieron lugar a un feudalismo primitivo

28 abr 2024 . Actualizado a las 21:14 h.

Corría el siglo III después de Cristo y comenzaba la descomposición política, social y económica del Imperio Romano, época en la que se van a registrar cambios de hondo calado. Cuentan los expertos que es cuando se produce el abandono de nuestros castros, ya muy romanizados, y sus habitantes pasan a establecerse en el llano. Surgen entonces las villae (villas), que aquí ocupan el litoral desde Panxón

(Nigrán) hasta A Portela (Redondela), para la óptima explotación de los recursos agrícolas y marinos.

Estaban formadas por la mansión del propietario (potentior, honestior), con cierto lujo provinciano, y las modestas dependencias de los trabajadores bajo su dominio (humiliores), que darán lugar a un feudalismo primitivo. Su cronología se extiende entre los siglos III y IV o V. La mayoría han sido destruidas por la imparable expansión urbana del litoral. Algunas se prolongarán o fundarán luego en la Edad Media.

Por cuestión de espacio, nos referiremos solo a las de mayor significación del actual municipio de Vigo, habiéndolas también en Alcabre (3), Bouzas y Picacho. Por orden geográfico, la más meridional es la de Sobreira (Canido); hoy, como la mayoría, totalmente destruida. Se sitúa sobre un espolón erosionado por el mar, manifestando hace un siglo Vesteiro Torres que había «mosaicos que allí se desentierran todos los días», indicios de una piscina a base de teselae (fragmentos de mármol que van encajadas). En las prospecciones de 1990 y 2017 se localizaron dos tanques de salazón, así como muros de sillería unidas por un hormigón especial u opus signinum, usados en cisternas, tanques y acueductos por su resistencia al agua.

La villa de Toralla o Villamar (Canido), «escarbada» por su antiguo dueño Tomás Mirambell y saqueada por furtivos, es la única que se ha musealizado, excavada en parte, y es visitable. Su necrópolis estaría en la isla. Además de estructuras habitacionales, con muros enlucidos en forma de L y seis basas de columnas de orden corintio, arrojaron un hipocausto (calefacción bajo suelo), un tesorillo con 17 monedas romanas y cerámicas diversas. Destaca por su valor las de barniz rojo o de lujo, y un fragmento de vasija común pintada con un ave, símbolo del yacimiento. El conjunto puede datarse entre los años 300 y 450. Hay quien opina que tenía adjuntas unas salinas.

En un manuscrito del siglo XVII reproducido por Taboada y Leal (1840) ya se señala que en O Areal había restos que «los sujetó y deshizo la mar, descubriéndose cada día adelante muros de casas, monumentos, hornos de piedra de bóveda y otros debajo de la tierra», refiriéndose sin duda a la gran villa que ocupaba el este de la actual calle de Rosalía Castro hasta A Camboa. La zona fue excavada por sectores desde 1992 a 1994, hoy arrasada por los cimientos de los edificios, descubriéndose multitud de fragmentos cerámicos, algunos llegados del norte de África y otros del área sirio-bizantina. Esto atestigua un comercio marítimo a larga distancia.

Además de estructuras habitacionales, aparecieron tumbas de piedra o de tegulae (teja plana), estas de sección triangular. Entre el ajuar funerario se encontraron cuentas de pastas vítreas y un anillo del mismo material. Pero lo más llamativo son las salinae o sistema explotación de sal (visitables bajo el centro de salud de Rosalía de Castro), dado que por entonces lindaba con la playa. Los materiales apuntan a los siglos IV y VI de nuestra era.

En la zona de A Oliveira (Teis) se descubrió una prensa de aceite de planta hexagonal y material de granito con su canal de salida (mola olearia), hoy en los jardines del Museo Quiñones de León. A este respecto, en plena Edad Media, en la comarca amplia, sobre un 10 % de la tierra se dedicaba al cultivo del olivo, el cual fue mandado arrancar por los Reyes Católicos hacia 1500 para que no hiciera competencia al andaluz que se exportaba a Indias-América.

En la villa de Ríos (Teis), junto a algunos restos de estructuras (muros y columnas), se hallaron tres ladrillos de barro cocido con grabados incisos muy esquemáticos que se han interpretado como signos zodiacales (sagitario, géminis y el sol como centro de la carta astral).

La única, y con interrogante, del interior sería la de Vilar (Matamá) de sugestivo topónimo y en zona harto feraz, con restos romanos muy avanzados y un presunto establecimiento de salazón.

Historiador y miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses