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Conversaciones a pie de aula con una escritora de 15 años

CULTURA

La ferrolana Cristina Prieto presentó su primer libro, «La claridad de la sombra», a niños de tercero y cuarto de primaria

18 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

A Cristina Prieto Solano (Ferrol, 1994) le gusta tocar la guitarra, hacer teatro y estar con sus amigos. Aprendió a leer cuando solo tenía cuatro años, y desde entonces, por sus manos han pasado todo tipo de libros. Desde los versos de Gustavo Adolfo Bécquer hasta las historias fantásticas de Enid Blyton o J. K.. Rowling, pasando por la literatura de Laura Gallego, su escritora preferida.

Todo esto lo contó la propia Cristina en el colegio Esteiro de Ferrol, donde esta escritora precoz -de solo 15 años- se sometió a un tercer grado con motivo de la reciente publicación de su primer libro, La claridad de la sombra , que salió al mercado bajo el sello de Ediciones Neverland.

En esta particular «rueda de prensa», como se refirió a ella la madre de Cristina, hicieron de periodistas escolares de tercero y cuarto de primaria, que bombardearon a la joven con todo tipo de preguntas acerca de su primer libro. La claridad de la sombra está ambientado en Ferrol y tiene como protagonista a Sara, una joven de 16 años, «muy estudiosa y rellenita», que lleva una vida monótona hasta que descubre que ha sido elegida para liberar Kandreon, un mundo paralelo del que ella forma parte. «¿En qué te inspiraste para escribir esta historia?», le espetó Álex abriendo fuego en el turno de preguntas. «En muchas cosas: en mi instituto, en mis amigos... La historia se me ocurrió hace un año, después fui pensando los detalles y cuando ya lo tuve todo, me puse a escribir», le explicó Cristina.

«¿Cómo fue el proceso de escritura?», preguntó poco después Alicia. Y entonces la joven autora le contó que, para ella, lo más importante antes de ponerse a escribir es tener las ideas claras. «Yo siempre hago un esquema de lo que va a pasar, porque si no me lío, y cuando ya sé por dónde va a ir la historia, me pongo a escribir los capítulos».

Otros escolares se interesaron por algunos personajes que salen en el libro, como los guais, los pasotas, los frikis o los artistas. «Pues un guay, por ejemplo, es alguien que es muy guapo y que solo por eso se cree mejor que los demás», respondió Cristina. «¿Pero existen de verdad?», le inquirió entonces otro escolar. «Sí, sí... Existen de verdad», dijo ella con una sonrisa.

Cristina les contó que empezó a escribir relatos cortos en primero de primaria y que a los 13 ya se arrancó con las novelas. «Ahora acabo de terminar otro libro, de corte más realista, y también me voy a poner a escribir pronto la segunda parte de La claridad de la sombra », anunció.

Además, y antes de la despedida, Cristina regaló un consejo a los niños-periodistas. «Si queréis publicar algo y no os lo aceptan, no os deis por vencidos. Si os gusta escribir, debéis seguir haciéndolo».