El actor protagonizó «Mareas vivas», «As leis de Celavella» y «O lápiz do carpintero»
30 abr 2010 . Actualizado a las 11:34 h.Dicen que el mal humor que escenificaba al interpretar a Don Crisanto, el cura ficticio de la serie Padre Casares, poco tenía que ver con el carácter jocoso y sarcástico que manifestaba en la vida real. Fue precisamente esa interpretación la última que hizo Tuto Vázquez, que tuvo que abandonarla a causa de una larga enfermedad que le causó ayer la muerte a los 63 años.
Nacido en Ribeira en 1947, este licenciado en arte dramática por el Instituto del Teatro de Barcelona se convirtió en un actor televisivo con experiencia en cine, radio y doblaje. Comenzó en la interpretación en los años sesenta actuando con diversas compañías teatrales. En la segunda mitad de los ochenta y noventa desarrolló su labor principalmente en TVG. Además de Padre Casares , también intervino en las producciones de Voz Audiovisual As leis de Celavella y Mareas Vivas, en la que fue muy popular interpretando el papel de Ramón Couto.
Fue precisamente su hijo ficticio en este exitoso proyecto, el arousano Carlos Blanco, quien al conocer la noticia decía que «de Tuto existe unha frase que facíamos nosa todos os compañeiros do grupo teatral no que participábamos cando nos tíñamos que vestir de algo raro como un bispo e era 'o que hai que facer para non ir ao mar'».
El también ribeirense y actor, Quico Cadaval desvelaba ayer: «Tuto dábame o título de segundo mellor actor de Ribeira en broma». Además, Cadaval considera que Vázquez «trataba por igual á xente importante que e á normal, escapando da maldición dos actores que se creen con dereito a ser déspotas co resto da xente».
La comitiva fúnebre saldrá del tanatorio coruñés Servisa para el posterior entierro en el cementerio de Feáns. El funeral tendrá lugar en la Iglesia Parroquial de San Rosendo.