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Las galas escondidas del pórtico de la Gloria

Nacho Mirás SANTIAGO |

CULTURA

El análisis de la obra cumbre del maestro Mateo deja al descubierto la policromía primitiva del conjunto

18 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La policromía primera del pórtico de la Gloria fue un proyecto de gran entidad no solo artística, sino también económica. Lo revela el proceso de investigación, todavía en curso, que ha descubierto gran cantidad de oro y lapislázuli en la pigmentación de las figuras de la composición. Y bien sabían los colaboradores del maestro Mateo que algo muy importante se traían entre manos cuando invirtieron elevadas sumas de dinero de la época en el lapislázuli.

El programa de estudio ha permitido identificar hasta tres policromías sucesivas. Los investigadores han contrastado que de la primera decoración medieval quedan muy pocos restos y que los autores de ese trabajo empleaban una gama reducida de tierras coloreadas. En negro perfilaban el contorno de los relieves y rasgos faciales, y utilizaban colores de aspecto opaco realizados con una técnica mixta, un temple graso a base de aceite secante y proteínas: blanco albayalde, rojo bermellón, azul lapislázuli.

En la fase de estudios previos, el equipo coordinado por Concha Cirujano y Francisco Prado ha realizado un examen visual mediante lentes de aumento y diferentes tipos de iluminación. En colaboración con el laboratorio Molab de la Universidad de Perugia y el Instituto de Ciencias y Tecnologías Moleculares de la misma ciudad, se ha aplicado un sistema innovador de alta tecnología en la toma de muestras. El sistema ha permitido precisar y minimizar los puntos de extracción de materiales.

A partir de la segunda quincena de enero del año próximo se realizarán nuevas tomas de micromuestras de policromía y piedra para completar los resultados que se han obtenido hasta ahora. También se realizarán pruebas con diferentes sistemas de limpieza, fijación de policromías, consolidación superficial y biocidas que permitirán redactar el proyecto de intervención.

El comité científico recomienda monitorizar el pórtico un año más y ampliar el estudio de su policromía. Los restos de la primera policromía se hallan, sobre todo, en la columna de los profetas del Antiguo Testamento, especialmente en las figuras de Daniel y de Jeremías, así como en san Juan y en algunos instrumentos.