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Sandro Veronesi: «Lo mejor de este premio es la traducción al gallego de mi obra»

concha pino SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

El escritor italiano, autor de «Caos calmo», recoge esta noche el Premio de Novela Europea

17 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Sandro Veronesi (Florencia, 1959) recoge esta noche el Premio de Novela Europea Casino de Santiago por Caos calmo, editada en español por Anagrama. Su traducción al gallego fue presentada ayer por Galaxia con Veronesi en el mismo casino donde recogerá hoy el galardón. La novela cuenta la situación de un ejecutivo de una televisión privada, Pietro Paladini, a raíz de la tragedia que sufre al perder a su compañera mientras él y su hermano salvan a dos mujeres a punto de ahogarse. Después de eso, decide apostarse ante el colegio de su hija, esperándola, y se convierte en el muro de las lamentaciones.

-¿Qué representa este premio?

-Estoy muy contento y me perece importante, sobre todo porque como consecuencia del mismo mi novela ha sido traducida al gallego, a un idioma poco conocido pero una lengua romance. Y porque ha supuesto que viajara a esta ciudad.

-Parte de una tragedia personal para contar la de otros.

-Es una evolución personal ante una cuestión específica, el dolor de alguien que atrae el sufrimiento de todos los demás.

-¿Existe la plaza de Milán donde discurre toda la novela?

-No, no existe. Y además es imposible arquitectónicamente, si uno traza un plano con lo que describo verá que no puede ser. Lo he hecho aposta, porque es una situación mental.

-¿El mundo debería parar, como su personaje, para repensar?

-Cierto, porque la reacción del personaje no responde a un acto de sabiduría, incluso al final descubre que estaba equivocado. Actúa así porque cree que no es capaz de sentir dolor, cuando lo que pasa es que él no se atiene al ritual de la muerte, del luto, sufre de una forma no convencional y confunde a los demás. Lo complicado es la trama del sufrimiento de todos los demás que pasan por su confesionario, lo complejo es eso, el dolor de los que nos rodean.

-¿Por qué sitúa la trama en la televisión, en una fusión?

-No se habla de la televisión, sino de las finanzas que mueven ese mundo. El protagonista no tiene ningún problema, son sus compañeros los que quedan atrapados en un caos calmo por la fusión que se está gestando, y van a contarle lo que se desencadena a nivel personal, de algo que no es más que una pérdida de identidad ante una operación financiera en la que el elemento humano no cuenta, no existe. Lo aplasta, empobrece en lugar de generar riqueza.

-Entra en el alma de personajes muy diferentes. ¿Cómo los construye?

-Normalmente es un proceso natural en el que intervengo muy poco, es como si existieran de verdad. Parto de cosas reales, verídicas, y de otras inventadas que mezclo y cruzo. Cuando tengo el esquema de la historia y los protagonistas principales, los personajes menores entran en la historia como si llamaran a la puerta. Y se instalan.

-La novela fue llevada al cine. ¿Participó en la experiencia?

-No. Tuve la fortuna de conocer, cuando yo era muy joven, a Alberto Moravia. Trabajé en una revista que él dirigía. Y fue él quien me dijo que no me metiera nunca en el guión de una película sobre una novela mía, que me limitara a ir a verla al cine y que disfrutara. Así que cuando me propusieron colaborar siempre he dicho que no, con esta novela y otras anteriores. Una novela es como un hijo, cuando se casa tiene su propia vida, ya no es tu responsabilidad. Por muy fiel que sea la película, siempre será otra cosa. Es otro lenguaje completamente diferente.

-«Caos calmo» es del 2005, pero tiene otra novela que no llegó a España, ¿no?

-Sí, he publicado dos. Una es la primera que escribí, pero que fue quedando aparcada hasta que decidí acabarla después de Caos calmo. Aquella primera obra la escribí en un piso donde una prima de Pasolini tenía todas las cosas de él tras su muerte, entre ellas una Olivetti que yo usé en la cocina de la casa. Aquel primer texto cambió muchas veces, pero el caso es que el original que escribí con aquella máquina, que tenía un problema con la a, lo perdí.

sandro veronesi autor de «caos calmo»

«Seguí el consejo de Moravia y nunca colaboré en el guión de cine de una historia mía»

«He acabado la primera obra que empecé en una Olivetti de Pasolini»