El jurado destaca la capacidad de sus trabajos para conciliar opuestos
29 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Portugal sumó ayer su segundo premio Pritzker casi veinte años después de que en 1992 distinguiese la trayectoria de Álvaro Siza. En su estudio de Oporto se inició profesionalmente a finales de la década de los setenta Eduardo Souto de Moura, nuevo ganador del galardón que se considera el Premio Nobel de la arquitectura gracias a su «capacidad única de conciliar características opuestas, como el poder y la modestia, el coraje y la sutileza», según el comunicado del jurado. Souto de Moura une su nombre a una lista en la que figuran ilustres precedentes como Barragán, Ando, Venturi o Utzon, y en junio viajará a Washington para recibir oficialmente un galardón que lleva aparejados 100.000 dólares.
El jurado también argumentó a favor de Souto de Moura una trayectoria nacida del trabajo en las últimas tres décadas y en la que se perciben ecos de la arquitectura tradicional, sin por ello dejar de ser producto de su tiempo. El arquitecto ha trabajado prácticamente en todos los ámbitos de su profesión, desde la obra pública hasta encargos de carácter doméstico o de naturaleza urbanística. Como elementos comunes a sus obras se cuentan una profunda reflexión sobre la relación que el proyecto establece con su entorno, la atención a materiales en apariencia tan distantes como el hormigón y la piedra, y una minuciosa dedicación al detalle.
Souto de Moura pertenece a la llamada Escuela de Oporto, de la que es su máximo representante junto a Siza y Fernando Távora, cuyos estudios se ubicaban en sus inicios en el mismo edificio. Aunque ha dado algunos pasos en ámbitos como el diseño, su perfil mediático ha sido más bajo que el de Siza, pero su obra ha sido objeto de monografías y ha impartido clases como profesor invitado en universidades como Harvard o París, además de acudir como conferenciante a Galicia en varias ocasiones.
La noticia de la concesión del Pritzker a Souto de Moura se conoció ayer, antes de lo previsto por la fundación que otorga los galardones, que a lo largo de la jornada no había realizado una comunicación oficial al respecto, aunque el estudio del arquitecto confirmó la noticia al diario portugués Público.