La apertura al tráfico del acceso centro de la A-52 cogió por sorpresa a todos los ourensanos, pero más aún a los vecinos de Ervedelo y Vistahermosa, los principales afectados por la obra. El colectivo vecinal lleva meses protestando por las deficiencias del vial y por los desperfectos ocasionados en sus viviendas y en los accesos a las mismas. El Ministerio de Fomento se comprometió con ellos a solventar antes de la inauguración todos los problemas detectados. Esto, según los vecinos, no ha ocurrido.
Ante la apertura al tráfico del vial, sobre la que no habían recibido ninguna notificación, la junta directiva de la asociación de vecinos de Vistahermosa convocó ayer una reunión de urgencia con todos los afectados. Su portavoz, Rosa Rodríguez, explicaba que sus principales reivindicaciones no han sido atendidas por el Ministerio de Fomento. Quizás la más destacable es la del talud que tuvo que ser asegurado con dos contrafuertes y un túnel debido a las grietas detectadas. Este arreglo no es suficiente para los vecinos y Rodríguez cree que «al pasar los coches por encima va a ir asentándose la tierra y seguirán abriéndose más».
Otra de las quejas más repetidas es la ausencia de canalización de aguas pluviales, lo que podría provocar nuevas inundaciones de bajos y viviendas cuando caigan grandes lluvias, como ya ocurrió en alguna ocasión. Además, los vecinos aseguran que los accesos a algunas casas afectados por las obras no han sido acondicionados y que algunas fuentes y pozos se han secado a causa de los trabajos de la constructora. «Sigue todo tal y como estaba», lamenta Rosa Rodríguez.
Los vecinos se mostraban dispuestos a tomar medidas en respuesta a la apertura al tráfico del vial, hecha «con nocturnidad y alevosía», según denunciaba Carlos Hernán. La reunión de ayer no sirvió para concretar qué movilizaciones convocará el colectivo. Según explicó Elba Álvarez, miembro de la junta directiva de la asociación, los vecinos prefieren tomar la decisión en frío y asesorarse sobre la legalidad de sus propuestas porque, asegura, «algunos decían que querían ir a partirle la cara a alguien pero así no conseguimos nada».
Malestar
Lo que está claro es que el malestar vecinal era palpable y que todos interpretaban la falta de información sobre la apertura al tráfico como un intento de evitar las quejas vecinales. «No se puede engañar al pueblo así», lamentaba Elba Álvarez. La mayoría argumenta que la inauguración estaba prevista para principios de mes, pero que fue aplazada únicamente ante sus protestas. De ahí que todos entiendan que la apertura al tráfico no era tan urgente como para anunciarla de un día para otro si no era con el objetivo de evitar movilizaciones.
Si los vecinos llevan razón, el Ministerio de Fomento consiguió escapar de las protestas el día de la inauguración, pero todo apunta a que este no será el último capítulo de la historia. «Quietos no nos vamos a quedar. Vinieron a hacer dos cositas para que nos calláramos, pero no somos tontos», comentaba ayer muy enfadada la vecina Mercedes Camino.