Si le preocupa su tensión arterial, si hace tiempo que sus compañeros de trabajo bromean llamándole abuelete, si no se aclara con las ecuaciones que dan las revistas para descubir su peso ideal, o si es fumador y la palabra coximetría le suena a chino, darse un paseo por la céntrica calle capitalina de idéntico nombre puede ser un ejercicio de lo más útil.
En apenas doscientos metros le tomarán la tensión (también la ocular), le controlarán los niveles de glucosa, le pesarán y medirán, le colocarán unos auriculares mágicos y hasta podrá soplar en un aparatito muy similar al utilizado por la Guardia Civil de Tráfico para medir alcoholemias que le descubrirá la cantidad de monóxido de carbono que acumulan sus pulmones.
Y todo ello sin madrugar para pelearse con el teléfono siempre comunicante de su centro de salud, pero con las garantías suficientes de que la prueba es fiable. El milagro es posible gracias a Artesanarte, la Feira da Saúde que ayer convirtió de nuevo a la calle del Paseo en punto de interés para muchos ourensanos.
El único inconveniente puede ser tener que esperar unos minutos si hay mucha demanda y se forma cola. Aunque también para esto hay solución. Las farmacias colaboran con la iniciativa y también le realizan estas pruebas gratis.
Pero además de las pruebas, la feria ofrece la oportunidad de conocer un mundo generalmente oculto para muchos habitantes de la ciudad: el de las asociaciones de enfermos que día a día ofrecen ayuda técnica y apoyo moral a los que comparten la misma enfermedad. Un paseo por la feria puede ayudar a descubrir que hay lugares y personas en las que buscar asesoramiento a mil dudas sobre enfermedades comunes y otras no tan conocidas. Ayer, por ejemplo, en la caseta de los afectados por lupus eritematoso, explicaban -para el asombro de algunos- que estas personas tienen derecho a que las cremas protectoras de sol que tienen que usar todo el año entren por seguro.
Es sólo un ejemplo de las muchas sorpresas que esperan al viandante en la calle del Paseo, donde este año, además, hay obras de arte donadas para estos colectivos por varios artistas ourenanos -alguno como Alexandro firma en persona serigrafías-, y también entidades ecologistas. La presencia de estas últimas pretende concienciar de que la salud de planeta incide directamente en la de sus habitantes.
Para redondear los atractivos de la feria, organizada por la Concellería de Saúde de Ourense y en el que participan 36 entidades, uno puede hacerse una foto junto a una fuente artificial o escuchar un miniconcierto con los grupos de jazz que actúan en directo.