El proyecto se desarrolla en el campus y permite contemplar la catedral, entre otros modelos
12 ene 2009 . Actualizado a las 20:17 h.Que Internet es una herramienta de importancia para difundir el patrimonio cultural está fuera de duda. Y si nos deja ver otro Ourense, mostrándonos monumentos en tres dimensiones, mejor que mejor para comprenderlos. El grupo de investigación de Informática Gráfica y Multimedia de la Escuela Superior de Ingeniería Informática de Ourense, junto con la firma ourensana Redegal. S. L. presentan una galería de modelos tridimensionales relacionados con esta ciudad. Se trata de ver, como hasta ahora no era posible, la representación de edificios singulares.
La página ofrece, de momento, cuatro modelos: la Catedral, el Auditorio, el Politécnico y el Tren das Termas. Pero los responsables del proyecto, dirigido por el profesor Celso Campos Bastos, trabajan para permitirnos acceder a la Praza Maior, al edificio del Concello, a la iglesia de Santa María Nai, a la de Santo Domingo así como a la Praza do trigo , Praza do ferro y al edificio monumental del Museo Arqueolóxico.
«La idea es mostrar esto en una web donde cualquier persona verá los edificios y demás modelos en las tres variantes de visión en tres dimensiones que hoy permite la tecnología», manifiesta el doctor Campos. La versión más impresionante, que es la autoestereoscópica, depende de un hardware específico que representaría el futuro. «Nosotros presentamos el presente, el presente continuo, que es el que va a venir a partir de ya y lo que va a ser el futuro donde hay empresas internacionales trabajando en ello y que aquí, en Ourense, se está trabajando también adaptando esas técnicas a edificios singulares de esta ciudad, que resulta más interesante», indica el director del proyecto.
Tres modos de visualizar
El usuario de www.ourense3d.com seleccionará cada uno de los edificios y dispondrá de tres modos de visualizarlo. Uno es el QuickTime VR, que representa el presente, luego la versión en estereoscopia, que es el presente continuo y por último la autoestereoscopía, que es el futuro. «Vamos a ver en cada una modalidad un edificio, con sus ventajas e inconvenientes», advierte Celso Campos.
El primer sistema permite la visualización basada en imágenes y esto impide ver la geometría en todo su conjunto. Permite, a partir de imágenes generadas previamente, hacer recorridos virtuales en torno a los objetos 3d. El modelo se puede rotar y verlo en tres dimensiones «aunque realmente no es geometría tridimensional», apunta Campos. Este es el sistema más usado hoy en Internet, tanto para ver un edificio como para observar panoramas, algo que se ve en ciertas páginas de monumentos, cuando permiten situarnos en medio de la nave central de un salón palaciego o de la nave central de una catedral, por ejemplo, y desde allí, con ayuda del ratón, nos deja ver todo ese espacio interior. «Eso es lo que ocurrirá en nuestra web con la Praza Maior. Tú estás en medio y ves todo lo que hay alrededor tuyo. Esa es la tecnología QuickTime VR, que también permite hacer zum pero limitando al usuario siempre a las imágenes allí metidas», señala el director.
El segundo sistema, lo que despuntará en 2009 de forma especial en filmes de animación, es la visualización estereográfica. Para entendernos, es cuando para ver el modelo hemos de ponernos unas gafas que sitúan ante nuestros ojos un plástico azul y otro rojo y que, por las diferencias de color, nos dará sensación de profundidad al ver el edificio en Internet. A la imagen se le añade un factor de profundidad, lo que nos acerca mucho más a un trabajo más realista. Este sistema se disfruta en la web si tenemos ese tipo de gafas.
Autoestereoscopía
El tercer modo es el autoestereoscópico, perfección del anterior, sin precisar las citadas gafas. «Esta tecnología todavía marea un poco porque está en proceso de depuración y porque no estamos acostumbrados», asegura Campos.
El modelo de la catedral, por ejemplo, destaca de forma espectacular. Es como si pudiésemos sobrevolarla acercando detalles o alejándolos. Ello gracias a un hardware especial, una pantalla singular como la que disponen en el campus, que es un prototipo pero que en pocos años la gente podrá ver la televisión pero con la sensación de volumen en tres dimensiones sin necesidad de ninguna gafa especial.