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Seis mil «Carmiñas» por el mundo

OURENSE

La muñeca diseñada por América Soto cumple dos años de vida en una empresa que celebra este año 35 de existencia

11 mar 2009 . Actualizado a las 11:25 h.

«Carmiña naceu da idea da morriña galega e da diáspora. Con ela queremos face unha homenaxe a tantos e tantos galegos que deixaron a súa terra na procura dun mundo mellor». De esta manera resume América Soto el por qué de Carmiña, una muñeca que nació hace más de dos años en su taller y que se ha convertido ya en una seña de identidad de la diseñadora ourensana. Viaja por México, Argentina y también se encuentra e Alemania o Suiza. Allí en donde resida algún gallego, Carmiña se presenta para hacer más cercana la tierra. América Soto cuenta que ya son seis mil las muñecas que recorren el mundo y recuerda: «Carmiña es fundamentalmente un regalo institucional». Lo que quiere decir que por el momento su distribución está restringida a ciertos círculos (se puede adquirir en Paradores o tiendas de élite), pero América ya piensa en ampliar la distribución para que Carmiña pueda estar en la casa de quien la desee tener. «Nació pensando en la emigración y creo que ha cumplido sus objetivos y lo estamos notando, con creces», explica la diseñadora. Cien por cien gallega Varias personas trabajan en la confección del traje de Carmiña y cada una tiene una tarea diferente: unas confeccionan la falda y el resto se divide entre las enaguas, las camisitas o el dengue. Desde hace pocos mese se puede decir que Carmiña es 100% gallega, ya que la muñeca que era fabricada en Valencia ahora se confecciona en un taller gallego. Un paso más será, en un futuro no muy lejano, la aparición de un nuevo traje, la ropa de faena, con la que poder vestir también a la muñeca. Un trabajo laborioso - el de la confección de los trajes hechos a mano- que hacen todavía más valiosa la pieza y la convierte en un icono más de la cultura de Galicia. A América Soto se le habla de la Barbie que acaba de cumplir 50 años y se le roba una sonrisa: «Carmiña va a cumplir 50 y muchos más», pero recuerda seguidamente que las dos muñecas no tienen nada que ver. «Son completamente diferentes y cumplen diferentes objetivos», explica América. No completarán la colección de la diseñadora ourensana el coche Carmiña, ni la casa de Carmiña, ni su caravana o la amiga y la moto, porque «Carmiña es una muñeca entrañable, muy clásica y proveniente de otros tiempos diferentes a los de la Barbie», puntualiza. El taller de América Soto es como un estudio de arquitectura o el de un pintor. Allí se trabaja arte, pero otro tipo de disciplina. De su trabajo, investigación y precisión y de la gente que trabaja con ella se surten un gran número de grupos de baile y de teatro, algunas piezas muy especiales que requieren de un trabajo serio y de calidad. La empresa cumple este año 35 de vida, una fecha para festejar por todo lo alto la aportación de América Soto a un gran número de proyectos de teatro, ópera, cine, danza o publicidad y ahora en una nueva aventura abanderada por una pequeña muñeca, Carmiña, que se convertirá en poco tiempo en su seña de identidad.