A Coruña y Santiago prohíben la venta de alcohol por la noche y Pontevedra tiene botellódromo
OURENSE
El botellón se ha convertido en un fenómeno imparable en toda Galicia. Ante la falta de medidas concretas en la ciudad de Ourense, el resto de capitales gallegas sí han movido ficha durante los últimos meses para tratar de regular una actividad que deja cada fin de semana un reguero de quejas vecinales por la saturación de ruido, los destrozos en el mobiliario urbano y la elevada ingesta de alcohol de menores en la calle.
A Coruña
El bipartito coruñés aprobó el pasado mes de junio una ordenanza municipal para regular la convivencia y el ocio en el espacio público de la ciudad. La normativa establece sanciones que van desde los 200 hasta los 3.000 euros. La norma prohíbe el botellón en zonas de especial protección para alejarlo de los vecinos y sanciona la venta nocturna de alcohol. En todo caso, habrá multas para las concentraciones que alteren la normal convivencia ciudadana entre las 22 y las 8 horas.
Vigo
La ciudad olívica ha sido la última en mover ficha y lo ha hecho con la reciente aprobación de una ordenanza que prohíbe la concentración de personas en espacios abiertos «cando alteren gravemente a pacífica convivencia cidadá». Las sanciones oscilan entre trescientos y tres mil euros. En un primer momento se ha erradicado de puntos como la esquina de la calle Joaquín Loriga con Ecuador.
Santiago
El Ayuntamiento de Santiago también aprobó una ordenanza que tiene como principal efecto práctico la prohibición de vender alcohol en los establecimientos para consumo en la vía pública entre las 22 y las 8 horas. Se contempla la posibilidad de decomiso de la bebida.
Pontevedra
La norma antibotellón establece la creación de un botellódromo en el parque de Rosalía de Castro, quedando prohibida en el resto de plazas y parques de la ciudad.