A Veronza, A Quinza y San Cristobo fueron los lugares más afectados de Ribadavia por la lluvia
OURENSE
Cuando la lluvia cae con fuerza en Ribadavia los vecinos de A Veronza, y la rúa Ribeiro, junto a los habitantes de A Quinza y de San Cristobo empiezan a temblar. Y es que la experiencia es un grado y saben que, en su caso, esa situación climatológica que en otros lugares llama la atención sin peligro, para ellos es un riesgo. Y así fue.
Las fuertes lluvias de la tarde noche del jueves, sobre todo, y de la mañana de ayer encendieron las alertas y se intensificaron los trabajos para paliar, en la medida de lo posible, las consecuencias.
En la rúa Ribeiro nº 74, la comunidad en la que guardan coches dos edificios próximos, los vecinos fueron prevenidos y sacaron sus vehículos de los garajes para evitar daños en los motores. Pasaron la noche a la intemperie y gran parte de la jornada de ayer también: «A la noche el agua entró media cuarta a los garajes, por eso sacamos los coches fuera», explica Víctor Solís, uno de los afectados, acostumbrado a estos vaivenes del río Avia a su paso por la capital de O Ribeiro, mientas se mantenía pendiente de la evolución del cielo: «Está muy oscuro cara A Cañiza», señalaba con preocupación.
El bar Veronza fue otro de los lugares más afectados por el temporal de lluvia y viento y tuvo que dedicar gran parte de la mañana a limpiar y retirar los restos del agua que inundó las instalaciones y que impidió su apertura con normalidad.
En A Quinza, Protección Civil, ante el aviso de las lluvias que se esperan a lo largo de todo el fin de semana, dedicó las primeras horas de la tarde a retirar la maleza acumulada para evitar daños mayores. Y es que la prealerta continúa.