La Abrideira como modelo para la mujer hispana medieval

j. m. g. ourense / la voz

OURENSE

13 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una de las joyas artísticas de Allariz, la Virxe Abrideira, es motivo de arranque de un libro que, partiendo de ella, estudia, de la mano del profesor Isidro G. Bango Torviso, el imaginario de la Virgen en la sociedad hispana del siglo XIII. Editado en Murcia, esta monografía refleja la sorpresa y admiración que la curiosa imagen del museo de Santa Clara de Allariz despertó entre el público que acudió a ver la exposición Alfonso X en aquella comunidad autónoma.

Dice Torviso que la nueva imagen de María, en el siglo XIII, iba a servir de apoyo a la mujer de la época, a su papel social. Habla de una nueva Eva ya no sometida al varón, lo que imprimía un nuevo protagonismo a las mujeres. La imagen de María, dice el autor del libro, estaba presente en el habla de todas las clases sociales de aquella centuria. Según Isidro Bango, las mujeres de aquel siglo con sus formas y sus sentimientos contribuyeron a definir una imagen de la Virgen María, explica, «próxima a la realidad de la condición femenina de la época». Hasta tal punto fue así que el papa tuvo que intervenir para poner freno diciendo que la Virgen, por muy santa que fuese, tenía sus limitaciones.

Tríptico

Este nuevo estudio que arranca de la Abrideira de Allariz muestra, además, otras vírgenes como esta, en marfil, que se abren formando un tríptico. Es el caso de la de la Catedral de Salamanca y la de Ébora. La alaricana fue un regalo al monasterio por parte de la reina Doña Violante. Formaba parte de su capilla. Es una imagen que podría datarse, dice el autor, hacia mediados del siglo XIII.

Una radiografía a la que fue sometida deja ver tres espigas que fijan la peana y tres clavos que son un método de restauración moderno. La rareza de estas imágenes avivó su coleccionismo en el siglo XIX. Gaborit-Chopin señala que la imagen de Allariz y la francesa de Boubon pueden ser auténticas. En 1899 la estudió Villamil y Castro y en 1924 la cita Raymond Koechlin. La de Salamanca parece que salió del mismo taller que la alaricana.

Indica Bango Torviso que Doña Violante de Aragón y Hungría debió dedicar parte de sus rezos a los gozos de María, y seguro que los rezaba ante la Abrideira que hoy contemplamos en Allariz. En el libro hace un estudio amplio de esos gozos, a los que aluden las escenas interiores de la imagen cuando se abre. Y para estudiar el papel de la mujer y de la Virgen en la Edad Media echa mano de las monumentales Cantigas de Santa María, de Alfonso X.

La imagen alaricana ofrece una belleza ideal que habla de serenidad. Hoy le faltan elementos iconográficos y la policromía original que la haría diferente a hoy. La primera mención a esta imagen data del año 1572, de la mano del humanista Ambrosio de Morales. Este trabajo publicado en Murcia pone en valor, partiendo de una joya del patrimonio ourensano, este tipo de imágenes abrideiras y su importante significado en la sociedad medieval.