Diez niños saharauis se encuentran disfrutando y descubriendo el verano ourensano alojados en el centro residencial de la Universidad Laboral dentro de un programa de acogida pionero en la provincia. Aunque todavía no hablan español, entienden perfectamente los gestos más básicos y su adaptación está siendo muy rápida. Su reacción al recibir al conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, fue de desconcierto primero y alegría después. Rápidamente los diez corrieron a ver a los desconocidos que se les acercaban y no dudaron en saludar a todos con la mano. Dar dos besos es una costumbre que todavía no han adoptado.
Los pequeños de entre 8 y 13 años padecen discapacidades psíquicas y llegaron a Ourense dentro del programa de acogida «Vacaciones en Paz» que incluye la estancia de los niños con familias de la provincia. Su estancia consiste en el trabajo diario con tres monitores realizando deportes y actividades acordes a su estado, pero está claro que cuando ven una pelota no prestan atención a nada más. Los niños también son sometidos a revisión médica, ya que muchos de ellos no reciben atención de este tipo en su lugar de origen. Los colores vivos, los interruptores de la luz y el agua son auténticos descubrimientos para ellos, que pasaron de vivir en un campo de refugiados a tener unas comodidades inimaginables. Los pequeños pasaron el mes de junio en Celanova y volverán a su país el 2 de septiembre.