Con 18 años abrió una empresa de asesoramiento y compra de arte
29 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Lo tenía muy claro desde niño. Cristian Balsa quería vivir del arte. En principio podía ser hasta predecible, siendo como es hijo del pintor y escultor ourensano Joaquín Balsa y teniendo en cuenta su propia faceta artística como compositor y guitarrista. Sin embargo era menos esperado que decidiese crear su propia empresa dedicada al asesoramiento de artistas y compradores de arte con sólo 18 años. Ahora, con 22, puede presumir de que su firma aparece en exposiciones de medio mundo, incluidas las principales salas de Nueva York, Berlín o París.
-¿Cómo comenzó?
-Un poco por mi padre. Yo creía que tenía que dar un giro y mover su obra de otra manera. Me convertí en una especie de mánager y eso me llevó a contactar con otra gente, tanto artistas como empresas que estaban interesadas en adquirir arte, y así nació la empresa.
-Parece un mundo muy complejo para alguien tan joven. ¿Ha tenido muchos tropiezos?
-Sólo uno importante. Decidimos abrir una galería en la calle Serrano de Madrid con otros dos socios, mi padre y yo. Yo no veía muy claro cómo se estaban haciendo las cosas, y el tiempo me dio la razón. Fue un buen palo y desde entonces mi padre confía más en mi criterio.
-¿Cómo vive eso de ser el agente de su propio padre?
-Al principio costó. Él es más impulsivo y yo soy más de poner la cabeza, más práctico.
-¿El mundo al revés?
-Pues algo así (ríe). Normalmente son los padres los que frenan a sus hijos y en nuestro caso es a la inversa: el se entusiasma con facilidad y yo soy más racional, el que tengo los pies siempre en la tierra. Pero ya sabes, los artistas... son así (bromea).
-¿Qué tipo de obra trabaja?
-Principalmente arte moderno. La mayoría de las empresas o particulares de la cartera de clientes compradores están interesadas en adquirir ese tipo de obra. En cuanto a la faceta de asesoramiento y gestión para los artistas, movemos obra fundamentalmente de creadores gallegos y del resto de España, algunos más consagrados y otros emergentes.
-¿Y en estos tiempos el negocio da para vivir?
-Si. No me quejo para nada, me permite vivir y ser independiente. Aunque no viene solo, claro. Hay que currárselo. Tienes que estar siempre atento a los artistas que mueves, a ver obra de otros. Yo cada quince días estoy de viaje en Francia, en Italia, en Alemania, en Estados Unidos...
-¿No sería más fácil establecerse en una ciudad más grande?
-Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y Ourense es una ciudad muy cómoda para vivir. Me gusta estar aquí, con mi gente, mis amigos y mi familia. Además gracias a las nuevas tecnologías hoy el lugar donde esté la empresa es lo de menos.
-¿Simpatiza con los indignados?
-La verdad es que es complejo, porque no sabes realmente cuál es la verdad. Hay mucha confusión en las cosas que se dicen, así que no tengo una opinión muy formada y no estoy ni a favor ni en contra.
-¿Liga mucho decir que uno es asesor y curador de arte?
-Que vá!. Cuando te preguntan al principio se quedan con cara extrañada. Ligo mucho más con el grupo musical, cuando toco con Bergallazo (risas).
Nació en Ourense el 8 de marzo de 1989. Es propietario de una empresa de asesoramiento de arte, guitarrista, compositor y fundador del grupo Bergallazo.
Incluso en su tiempo libre sigue enganchado a la música y la pintura. Acudir a exposiciones y conciertos son, además de la fotografía, dos de sus ocupaciones de ocio preferidas.