¿La víctima de dos clubes enfrentados?

OURENSE

30 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El viernes me tocó ver al Barça, y ahí estaba Fábregas, el hombre que pierde dinero por haber venido a jugar a España, me comentaron los que compartían sofá conmigo. Porque cuando se tiene tanto dinero, lo que se quieren son títulos (me apuntaron también). Cesc renunció a parte de su sueldo para jugar en su club, en el que creció. Lo mismo, salvando todas las distancias (ya no hablo de sueldos, sino de apoyo, de repercusión mediática, de proyección) le pasa a Vanesa Sotelo, que quiere regresar al Ponte Ourense, porque además en el club en el que está ahora no cuentan con ella. ¿Si no la quieren, por qué no le dejan irse? ¿Acaso es como el caso de Cesc y todo es cuestión de dinero? ¿Pero qué dinero mueve un equipo de fútbol sala femenino? ¿Será entonces que es odio entre clubes? ¿Y dónde queda entonces lo de fomentar la rivalidad sana?