El Ourense vistió ayer sus mejores galas para doblegar a un rival directo como el Fabril y sentenciar su oficioso título de campeón de invierno.
Con un buen trato al balón, el plantel de Toño Dacosta se hizo pronto con el control de un encuentro en el que le disputó sin rubores la posesión al filial. Además, esa propuesta cobró vigencia cuando antes de consumir los primeros tres minutos, Adrián Quintairos ya mostró que podía hacer mella en la zaga visitante.
Tampoco los de Tito Ramallo son torpes cuando encaran el marco rival y una incursión de Luis obligó a Pato a una salida a tumba abierta, que terminó de rebañar Josu. El susto, en todo caso, fue el preámbulo al primero de la tarde, marca de la casa del ariete celanovense. Quintairos quebró la cintura de los centrales -resbalón incluido- y con un gesto técnico de sombrerazo elevó el esférico por encima de Marc.
El Ourense lo hacía todo bien en ese primer cuarto de hora, pero pecó de falta de concentración y Vela les hizo un agujero en el flanco izquierdo de su zaga, batiendo por bajo a Pato tras dejar atrás a sus marcadores. El empate fue un jarro de agua fría para los ourensanistas, pero pronto volvieron a la carga.
Su intención era la de seguir marcando el ritmo y así lo hizo, con un Rubén Arce muy trabajador en la banda diestra y un Mouriño que se comió la izquierda, aún con arrestos de conectar con Quintairos, que volvió a firmar otro envenenado disparo. Pero el gol llegó en la estrategia. Si los goles del ayer ausente Eder han reportado muchos puntos, los de Álex se están convirtiendo en otra bendición. El medio cabeceó de modo impecable un saque de esquina. Era el sello a un vibrante primer período, pero la escuadra rojilla sufrió otro golpe con la lesión de Quintairos, apartado del choque tras una entrada de Gallego.
Junto a la entrada de Veloso para quedarse en punta, Dacosta optó por darle el relevo al joven Arce para que recogiera el testigo José Arenas, que no jugaba en Liga desde el pasado febrero. Cumplió con creces el de Ponteareas, con una gran prestación en el ala izquierda.
Aunque por momentos parecía que el Ourense se quedaba sin gasolina, el compromiso defensivo de todo el plantel fue máximo y cuando mejor combinó el Fabril, solo pudo contabilizar un lanzamiento de Gallego, bien tapado por Claudio, para que amarrara el meta Pato.
Al contrario, en los últimos veinte minutos fueron los de casa quienes volvieron a tomar el mando. Dos impresionantes paradas de Marc a Mouriño y las claras oportunidades de Borja y Álex dieron paso a la rúbrica del triunfo. Fue el capitán Josu, enorme en todo el carril derecho, quien terminó una de sus galopadas con un recorte y trallazo cruzado lejos de alcance del buen guardameta fabrilista. El delirio en la grada y un esperanzador título de invierno.
Goles: 1-0, min 12: Adrián Quintairos; 1-1, min 13: Vela;
2-1, min 32: Álex; 3-1, min 88: Josu.
Árbitro: López Rodríguez, del comité de Pontevedra. Mostró cartulinas amarillas a Rubén Arce, Borja; Gallego, Luis, Ángel, Stefan y Crespo.
Incidencias: O Couto. Algo más de un millar de espectadores.
Pato, Josu, Campillo, Ismael, Claudio, Álex, Yebra, Rubén Arce (José Arenas, min 46), Mouriño, Borja (Matt, min 87) y Adrián Quintairos (Veloso, min 34).
Marc Martínez, Gallego, Insua, Stefan, Ángel, Uxío (José Manuel, min 83), Crespo, Vela, Iago Beceiro (Víctor, min 74), Juan Carlos y Luis (Cubillas, min 69).