El pleno municipal fue casi casi como un viaje al pasado. Cuando parecía que el asunto de Tafisa está superado y más que debatido, cuando se aventuraban nuevos modos en la forma de hacer política (de unos y de otros), cuando nada hacia presagiar la tormenta en un asunto casi de trámite.... Volvió la crispación, el cruce de acusaciones, las amenazas con ir a los tribunales, las descalificaciones personales, la vehemencia en la defensa de las posturas, el alcalde pidiendo al portavoz del PP que respetase los turnos y éste disculpándose.
La concejala de Urbanismo, la socialista Teresa Casal, abrió el debate -que se refería a la aprobación provisional, a la espera del dictamen definitivo de la Xunta, de la modificación puntual del PGOU para urbanizar los terrenos de Tafisa tras corregirse las deficiencias detectadas por la dirección Xeral de Urbanismo- recordando precisamente que se trata de un asunto «tremendamente debatido» y por ello no había lugar a un extensa discusión. Se congratuló, eso sí, de que la culminación del largo expediente permitirá vía libre para construir al fin el nuevo Edificio das Artes y para dotar a Pontevedra de un nuevo hotel.
El portavoz del PP, Telmo Martín, advirtió en su intervención que se está cometiendo un «error histórico» al permitir que se construya en la parcela de la antigua maderera, que lo que se va a hacer es una «auténtica barbaridad», que la caseta que montó la inmobiliaria Lar para vender ya los pisos es «ilegal» y que si el Concello intenta vender por 307 euros el metro cuadrado el suelo que le corresponde en la parcela, acudirá a los tribunales. Y con ello abrió la caja de los truenos.
Desfachatez
Casal acusó al portavoz del PP de «desfachatez» y trajo a colación el presunto cobro de comisiones ilegales en dinero negro de que se acusa a Construcuatro, la empresa de la que Telmo Martín posee un 33%, en un polígono de viviendas sociales en el barrio de Navia, en Vigo. «Están baixo sospeita vostede e a súa empresa. É vostede 'presunto', señor Martín», le espetó la portavoz socialista, quien cerro este turno acusando al PP de tratar de «emporcallar» el asunto Tafisa.
Entonces intervino el nacionalista César Mosquera, que desempeñó las responsabilidades en materia urbanística durante toda la tramitación del expediente Tafisa, hasta hace tres meses. «Creía que tiña vostede maior talla política», le dijo a Telmo Martín. Acusó al portavoz del PP de amenazar sin ningún fundamento con ir a los tribunales, y le preguntó, haciendo un nuevo guiño al caso de Navia, si pretende que el Concello venda a 1.200 euros el metros cuadrados el suelo que le corresponde para construir viviendas de protección oficial.
También reprochó al portavoz popular el haber aludido a la caseta de Lar «cando todas as promotoras, incluindo a súa fan o mesmo, e cando menos é unha situación 'alegal'»; o el seguir directrices de partido oponiéndose al expediente de Tafisa: «Se vostede tivera estado como portavoz do PP no ano 2003, cando asinamos o convenio, houbera apoiado a operación».
Martín ni mucho menos se arredró. Al contrario. En un tono de voz cada vez más elevado, volvió a mentar la teoría del pelotazo urbanístico: acusó al gobierno municipal de vender por 25,5 millones de euros unos terrenos que hoy valen 120 millones. Mosquera le recordó, asimismo, que Construcuatro pujó por los terrenos con una oferta por debajo del precio de venta final. Y Telmo replicó aludiendo a que el acuerdo estaba hecho en Madrid entre Tafisa y Lar y se «invitó» a algunas promotoras locales a presentar ofertas a la baja para cubrir el expediente. «Foi unha artimaña entre Tafisa, o Concello e Lar», llegó a afirmar.
Insistió el portavoz del PP en reclamar al gobierno local que negocie con Lar la recuperación de los terrenos de Tafisa ofreciendo a la promotora construir las mil viviendas que prevé levantar allí en otros polígonos «ao amparo no novo PXOM».
Como estaba previsto, el asunto se aprobó con los votos a favor de BNG y PSOE y el posicionamiento en contra de los concejales del PP.