El consejo de administración de la Autoridad Portuaria dio ayer la autorización para que el nuevo remolcador de la flota de Amare-Marín, el Faro de Tambo, se incorpore a los trabajos de esta empresa en la ría. Esta firma es la que presta el servicio de amarre y remolque en el puerto a los buques que entran y salen de la rada marinense.
La botadura del Faro de Tambo se produjo hace unas semanas y servirá para complementar los medios marítimos de seguridad en el puerto, la ría y su área de influencia. Se trata de una embarcación con una capacidad de tiro de 55 toneladas, con 27,40 metros de eslora y nueve metros de manga. Este buque apuesta por la seguridad y está equipado con dos balsas de salvamento de ocho plazas cada una, un bote de rescate de seis plazas y una fuente de energía eléctrica de socorro. Además, está equipado con bocas contraincendios, mangueras, extintores y un equipo completo de bombeo.
Futura sede
El consejo también aprobó la enajenación del edificio de oficinas de la Autoridad Portuaria y del edificio auxiliar en el malecón de As Corbaceiras, que pasarán a ser adquiridos por el ente público Portos de Galicia. La futura sede se construirá en Cantodarea.
Por último, el consejo aprobó modificar la concesión de Factoría Naval para permitir las operaciones para fabricar megayates.